“En la vida no hay nada seguro, salvo la muerte y los impuestos”, se supone que esta conocida frase procede de Benjamín Franklin, uno de los padres que redacto la Declaración de Independencia de los actuales Estados Unidos de América.
Que la muerte es inevitable, de esto se puede estar seguro,
pero de los impuestos si es algo que se podría hacer evitable, reducirlos,
dejarlos en su mínima expresión.
¿De verdad consideráis algo civilizado y correcto la
existencia de impuestos y el pago de los mismos?. No creo que todo el mundo
piense esto, aunque están los defensores de los mismos, para poder hacer frente
a los gastos que el Estado acarrea. Pero…¿de qué nos vale tener que pagar
impuestos, si al final el Estado los acaba malgastando en pagar a sus
políticos, a sus funcionarios, a los liberados sindicales, a subvencionar ONG’s
de dudosa utilidad, a construir aeropuertos y líneas férreas innecesarias, a
sostener empresas públicas cada día más deficitarias, y un largo etcétera más…?. Y además, precisamente en los impuestos, en
la abundancia de caudales que circulan por las arcas de todas las distintas
administraciones públicas, está el origen de la generalizada corrupción política,
la práctica de la evasión de capitales, y la existencia de los paraísos
fiscales repartidos por todo el mundo. De no haber tantos impuestos, no habrían
ladrones corruptos de la cosa pública, ni evasiones de capitales, ni tendrían
razón de existir los paraísos fiscales, esos últimos hoy en día tan
cuestionados.
Hace falta volver a los valores del trabajo bien hecho y del
esfuerzo, y no de quitar el dinero del que trabaja para dárselo al que no
trabaja, y encima malgastarlo en cosas inútiles de las que al final se
benefician unos cuántos parásitos y corruptos. La gente tiene que mentalizarse
en que debe de trabajar y ahorrar para tener lo que desea, y que no es ni justo
ni moral obtener algo que para tenerlo, lo ha tenido que trabajar y sudar un
tercero.
He aquí un vídeo que trata de ese malestar social que se
llaman impuestos en Argentina, y que podría ser perfectamente extrapolable a
España. Muestra verdades que desde luego no acostumbran a ventilarse ni
exhibirse por las televisiones:
A modo de complemento os pongo ese famoso diálogo entre Colbert y Mazarino durante el reinado de Luís XIV de Francia, el 'Rey Sol', hace unos 400 años: sobre cómo "esquilmar" a la clase media:
Colbert: Para conseguir dinero, hay un momento en que engañar al contribuyente ya no es posible. Me gustaría, Señor Superintendente, que me explicara cómo es posible continuar gastando cuando ya se está endeudado hasta al cuello...
Mazarino: Si se es un simple mortal, claro está, cuando se está cubierto de deudas, se va a parar a la prisión. ¡Pero el Estado...! ¡Cuando se habla del Estado, eso ya es distinto! No se puede mandar el Estado a prisión. Por lo tanto, el Estado puede continuar endeudándose.
¡Todos los Estados lo hacen!
Colbert: ¿Ah sí? ¿Usted piensa eso? Con todo, precisamos de dinero, ¿y cómo hemos de obtenerlo si ya creamos todos los impuestos imaginables?
Mazarino: Se crean otros.
Colbert: Pero ya no podemos lanzar más impuestos sobre los pobres.
Mazarino: Es cierto, eso ya no es posible.
Colbert: Entonces, ¿sobre los ricos?
Mazarino: Sobre los ricos tampoco. Ellos no gastarían más y un rico que no gasta, no deja vivir a centenares de pobres. Un rico que gasta, sí.
Colbert: Entonces, ¿cómo hemos de hacer?
Mazarino: Colbert, ¡tú piensas como un queso de Gruyere o como un orinal de enfermo! Hay una cantidad enorme de gente entre los ricos y los pobres. Son todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y tienen miedo de llegar a pobres.(la llamada clase media). Es a esos a los que debemos gravar con más impuestos..., cada vez más..., ¡siempre más!
A esos, ¡cuánto más les quitemos, más trabajarán para compensar lo que les quitamos!
¡Son una reserva inagotable!
¿Todavía queda algo de "clase media en España?
EL MINISTRO COLBERT, Y EL CARDENAL MAZARINO |