Cifrada en unos 1790 millones de euros, según el periódico “The New York Times”, la fortuna del monarca es considerable y no necesitaría para nada el estipendio que le asignan de los presupuestos del Estado, cifrado en 8.264.280 euros para el presente año 2012 según señala la web de la Casa Real.
Renunciando a su estipendio que le destinan los presupuestos del Estado, daría buen ejemplo como el primer ciudadano del país, y más en esos duros tiempos de crisis económica que corremos, de muy fuerte desempleo, de muy elevados impuestos, de incertidumbre y de malestar generalizado. Tanto que sería más si dedicara parte de su fortuna a contribuir en paliar la crisis, con inversiones que crearan puestos de trabajo en nuestro propio país que es el suyo.
Su Majestad dispone de suficientes recursos propios para poder vivir de sus propias rentas, y no tiene sentido otorgarle una asignación económica que ha de ser costeada por los contribuyentes. Aunque como particular tiene todo el derecho a hacer lo que quiera, por una cuestión de ética y de sentido moral, haría bien en renunciar a su “paga del Estado”, vivir de su propia fortuna, y destinar parte de ella a paliar el enorme desempleo que padece el pueblo español, y en este sentido habría que sugerirle. En este sentido se podría decir que Su Majestad y toda la Familia Real incluida, están “trabajando” por España.
