Acabo de ver la entrevista al presidente Rajoy por la televisión, y me da la sensación de que se ha llevado de una forma completamente manipulada, pues los periodistas no ponían el dedo en la llaga sobre lo que hay que preguntar.
Razón tenía cuando decía que el problema de España es que se gasta más de lo que se ingresa, pero que así no se puede seguir, y que es necesario reducir ese déficit para dar confianza a los mercados que nos han de prestar ese dinero necesario para poder relanzar de nuevo la economía. Según dice que de momento se está estudiando lo de pedir el rescate europeo, y por tanto no tiene nada decidido de momento. Dada la situación, mi apuesta es que inevitablemente va a necesitar el rescate, pero para una finalidad que se le hará inevitable: malgastar más.
Los pensionistas pueden estar tranquilos de momento porque al parecer son los únicos que se salvan de la quema, ya que afirmó que no tocaría las pensiones, el sector que según el presidente es considerado el más débil (e importante fuente de votos, no lo olvidemos).
Ahora bien, no hay que olvidar que desde que se inició la crisis en el año 2007, más de 2 millones de trabajadores han dejado de cotizar ese dinero que mantiene a los pensionistas, y al mismo tiempo más de 600.000 personas han sido registradas como nuevos pensionistas, lo cual quiere decir que mantener ese poder adquisitivo de los pensionistas sin tocarles la pensión, va a suponer que los que tienen la suerte de conservar el empleo tendrán que pagar más en impuestos y cotizaciones para cubrir ese vació de contribuyentes que se han pasado a las listas del paro. La competitividad en un escenario tan negro y difícil, naturalmente, obligará a bajar los salarios
No ha hablado en absoluto de adelgazar la cosa pública (funcionarios, políticos, distintos gobiernos, diputaciones, consejos comarcales, venta de empresas públcias, etc…), lo cual quiere decir que va a seguir manteniendo el mismo sistema que genera la corrupción, el despilfarro, y por ende que alimenta constantemente el déficit. Con lo cual se ve a las claras que Mariano Rajoy sólo gobierna para los funcionarios y la clase funcionarial y política, y se deja tirados a trabajadores y a autónomos que son los que de verdad tendrán que mantener a toda esa clase pasiva e improductiva que mantenemos.
Y tampoco ha hablado del paro, aunque sí bien ha dicho que el objetivo prioritario de su gobierno es el crecimiento y el empleo tras reducir el déficit. No ha tenido palabras esperanzadoras para los verdaderamente más débiles, desamparados y perjudicados de la sociedad española: los parados. Aparte de que tampoco ha hecho ni una sola referencia al gravísimo problema de la inmigración, que usurpa puestos de trabajo y absorbe todos los capitales posibles para enviarlos a sus países, en vez de hacer que se queden aquí donde son necesarios, y con ello circulen y sirvan para crear riqueza en nuestro propio país.
De este manera, llego a la clara conclusión de que las cosas seguirán igual, con tendencia a empeorar, y que pasará muchísimo tiempo antes de que podamos ver la luz del túnel.
Por lo que en definitiva, no ha aportado nada, aunque ha aclarado sus dobles intenciones, que sólo pueden pillar aquellos que son un poco entendidos en la materia. Y aparte se ha notado que la entrevista ha sido como un montaje, como si ya estuvieran pactadas todas las preguntas, sin tener que tocar la más importante: la gran pregunta sobre el empleo y los parados.
