¿Tanto cuesta ser un buen Rey al servicio de España, ejerciendo el cargo con honestidad, honradez, y sin tener que ocultar nada al pueblo al que sirven?.
De ser yo el Rey de España, no tendría ningún miedo a
ninguna pregunta de cualquier periodista. Cuando de verdad se pretende la
misión de servir bien a España, se sabe responder clara y detalladamente a
cualquier pregunta, quedando siempre la opción y el derecho de corregir
cualquier error o equivocación. Pero lo que no puede hacerse, es la censura,
que no es otra cosa que tener engañado al pueblo, y eso no es servirle
correctamente.
Es más, si yo fuera el monarca, animaría a los periodistas, dentro de lo
limitado del tiempo, a que pactaran las preguntas más destacadas, para de ese
modo, no solo ser capaz de responderlas, sino también porque esa actitud me
ayudaría mucho para saber cuáles son los problemas y las preocupaciones del
pueblo, y de ese modo poder servirles mejor y con mayor eficacia.
Os dejo con ese interesante reportaje-documental hecho por
el Canal Plus francés, que quizás hubiera estado prohibido hacerlo por parte de
periodistas españoles (únicamente les dejan sacar fotos a partir de cierta
distancia, y cumpliendo determinado protocolo obligatorio, y no más), pero que
los periodistas gabachos fueron capaces de hacer (viene subtitulado al español).
Y por supuesto, igual que el mismo Rey dijo que "todos
somos iguales ante la ley" (aunque sabemos que en la práctica no es así),
no creo que el Rey tenga que estar por encima de cualquier otro ciudadano
español, aunque la Constitución le otorga el privilegio de que su persona es
inviolable, como otra forma de exponer el conocido "origen divino" de
los reyes,...un privilegio que ya tendría que ser superado, y eso creo que para
que sea posible depende del interés y la buena voluntad del propio Rey. Es más,
si yo fuera presidente, no sólo se lo propondría a Su Majestad, sino que además
lo presionaría y lo espabilaría en ese sentido. Creo que España merece que el Rey
pueda ser también "uno de los nuestros", y no un extraño apartado por
lo de la "inviolabilidad constitucional hacia su persona", y su
supuesto "derecho divino" el cual a estas alturas de la película ya
nadie cree en "orígenes divinos", y menos en supuestas "Leyes
Sálicas" que prohíben el acceso al trono de princesas o infantas por el
simple hecho de haber nacido mujeres, y que en ese sentido reclaman un cambio
constitucional.