Por fin, hace unos pocos
días, el presidente del gobierno Mariano Rajoy respondió a la carta que el
presidente de la Generalitat catalana Artur Mas le envió hace varias semanas.
Claro que queda feo responder por semanas una carta oficial, cuando en la era
de internet la puede responder por unas horas, máxime cuando no se trata de
cualquier ciudadano, sino del mismísimo presidente de la Generalitat. Empezaré
por poner el texto intrego:
"En respuesta a su carta en la que me plantea la
necesidad de abordar un proceso de negociación para la celebración de una
consulta en Cataluña, y sin perjuicio del exhaustivo análisis que exige el
informe jurídico y político que me ha enviado con posterioridad, paso a
manifestarle mi criterio respecto a las cuestiones que plantea. Siempre he sido
-y creo haberlo demostrado-una persona comprometida plenamente con el diálogo
como forma de resolver las diferencias políticas o de cualquier otra índole.
Este compromiso con el diálogo adquiere su verdadero
sentido desde la exigible lealtad institucional y desde el respeto al marco
jurídico que a todos nos protege y que a todos nos vincula, en especial a
quienes ejercemos responsabilidades de gobierno. Por mi parte, el diálogo no
tiene fecha de caducidad cuando se trata de atender al interés general de los
españoles y, por ello, de todos los catalanes.
En este sentido, considero que el mejor servicio a la
legitimidad democrática que usted invoca es precisamente respetar ese marco
jurídico en el que los gobiernos hallan su fundamento y legitimidad y los
ciudadanos encuentran la garantía para la convivencia y la concordia.
Estoy convencido de la extraordinaria relevancia que Cataluña tiene para el conjunto de España y de la riqueza, pluralidad y singularidad de la sociedad catalana. Pienso asimismo que los vínculos que nos mantienen unidos no pueden desatarse sin enormes costes afectivos, económicos, políticos y sociales. Y por supuesto, quiero también transmitirle la firme convicción de mi Gobierno de que hemos de trabajar en el fortalecimiento de esos lazos y huir de los enfrentamientos. Debemos hacerlo desde la lealtad recíproca y el fomento de la corresponsabilidad en las dos direcciones.
Convencido de que juntos ganamos todos y separados
todos perdemos, le invito a que ejerzamos responsablemente nuestra función como
gobernantes democráticos con lealtad hacia los ciudadanos y las instituciones
que representamos en estos momentos de dificultad económica y social que padece
nuestra sociedad.Desde el profundo afecto que siento por la sociedad catalana
en su conjunto y el respeto institucional a la Generalitat de Cataluña que
usted representa hoy, quedo a su disposición para trabajar conjuntamente y
ofrecer así la mejor respuesta a las necesidades reales de todos los
ciudadanos.
Cordialmente,
Mariano Rajoy Brey"
Primero tengo que decir que
Rajoy habla de “diálogo sin fecha de caducidad”, y es que no se puede seguir
con la típica treta de los políticos que presumen de demócratas de practicar
constantes, continuados e inútiles “diálogos de sordos” sin fecha de caducidad,
tratando de eludir los temas que plantean. No digo que no se haya de dialogar,
pero mientras tanto se pierde el tiempo en toda esa chachara no se toman las
decisiones que hay que hacer con urgencia: arreglar el paro, bajar los
impuestos, expulsar la inmigración, mejorar la seguridad ciudadana, etc…., que
por lo de dialogar, valen más los hechos que no las palabras (y que es lo que
esperan los ciudadanos), que para dialogar, que está muy bien, siempre quedan
oportunidades para corregir los errores en las continuadas ediciones de las
decisiones políticas a favor de la ciudadanía.
La respuesta clave de Rajoy
se resume en la frase que ha escrito: (…) Pienso asimismo que los
vínculos que nos mantienen unidos no pueden desatarse sin enormes costes
afectivos, económicos, políticos y sociales.
Lo cual es otra manera de decirle a Mas que no acepta la
independencia.
Pero dejando de lado en contenido de esa carta, yo además le
añadiría de manera mucho más clara y detallada, que la vigente Constitución
Española deja muy claro el principio de la unidad del común toda la nación
española y los distintos pueblos que la componen, con sus distintas lenguas,
usos y costumbres. Con lo cual queda claro que la secesión de Catalunya, y
pedir esa consulta a modo de referéndum es algo completamente inconstitucional.
Y todo eso sin prejuicio de que la independencia de Catalunya sólo se podría
conseguir a través de una guerra, que además sería una guerra de las peores,
atendiendo que nos llevaría a enfrentarnos a catalanes separatistas contra
catalanes partidarios de la unión con España, así como igualmente el resto de
España se vería involucrado en esta guerra de segregación, ya que para el
ejército su primera obligación es para con la Constitución. El modelo de guerra
más cercano, ha sido el de la Antigua Yugoslavia, donde se mataban por
territorios, lenguas, religiones y etnicas; y ahora lo más cercano que tenemos,
aunque por razones diferentes es el caso de Siria. El Imperio Español se
desmembró porque sus territorios de ultramar se declararon independientes por
su propia cuenta y riesgo, con todo lo que les supuso con su coste de guerras civiles.
Hasta el momento el partido de Artur Mas ha dicho que con un Estado Catalán
Independiente, el paro bajaría un 10%, que como argumento no está mal, pero hay
que hablar “claro y catalán” como predica el líder catalán, para no dar lugar a
confusiones que no hacen otra cosa que deteriorar inútilmente el ambiente
político, social y económico. El país no está para bromas de mal gusto.
Todo por la via legal pasaría por la modificación de la actual
Constitución (que no olvidemos, no es ilegítima en Catalunya porque en su
momento fue aprobada por una inmensa mayoría de catalanes), y se sabe que es
matemáticamente imposible por el mínimo de mayorías que se exige, dado que los
separatistas catalanes son una muy reducida minoría en comparación con el resto
de los representantes de todos los españoles en el Congreso de los Diputados y
en el Senado.
Además le daría la bronca al “Molt Honorable” Mas, porque si
presume tanto de aquello de “clar i català” ( claro y catalán), le insinuaría
que me parece respetable y legítimo que pretenda la independencia, pero que antes
habría que hablar claro sobre qué nuevo modelo de Estado pretende para esa Catalunya
independiente: ¿Constitución Catalana de modelo liberal o social-democráta, o
de otro color político?, ¿en qué se basaría y cómo se financiaría ese “estado
de bienestar catalán” que él propone?, ¿qué se haría con esa inmensa masa de
inmigrantes, la mitad de religiones, usos y costumbres muy radicalmente
distintas y opuestas a la nuestra, que en espacio de una generación pueden
llegar a superar la mitad de la población de Catalunya con todos los riesgos de
fractura social que ello supone debido a las enormes diferencias de religión,
culturales, e incluso de idiomas?, ¿qué ocurrirá con el resto de los residentes
españoles y sus familias que habitualmente hablan en castellano, en especial
los hijos de la emigración de los años 50-60-70?, ¿habría que armar y financiar
un nuevo ejército catalán?, y otras muchas más preguntas que tendrían que
tenerse claras de responder a todos los ciudadanos, antes de proponer una cosa
tan seria como es la independencia de un territorio, que seguramente llevaría a
la petición de independencia del resto de las regiones de España, con un efecto
dominó, con el resultado final de la desmembración y fragmentación de lo que de
momento es la nación española.
No obstante, y en aras de mejorar el sistema democrático,
incorporaría un nuevo sistema de consultas como hacen por ejemplo en algunos
estados de EE.UU., que cuando hay elecciones, aprovechan también las mismas
elecciones para hacer consultas (algunas vinculantes y otras no).
Según las circunstancias político, económicas y sociales del
país, sacaría una ley de consultas no vinculantes, para que se pudieran
celebrar durante los comicios tanto nacionales como autonómicos para preguntar
a los electores cuestiones como por citar algunos ejemplos, de los que sólo
habrá que responder votando con un simple SÍ o NO:
1.- ¿Desea que Catalunya sea un Estado Independiente?
2.- ¿Prefiere usted reducir impuestos a cambio de menos
servicios?
3.- ¿ Cree que se debe de quitar el privilegio de plaza
vitalicia a los funcionarios?
4.- ¿Tiene que haber prioridad para los nacionales en todos
los asuntos ciudadanos, frente a la inmigración?
5.- ¿Se debe de repatriar la inmigración para facilitar los
puestos de trabajo a los nacionales y al mismo tiempo ahorrar los impuestos que
nos cuestan los servicios sanitarios, educativos, subvenciones, etc..?
6.- ¿Para tener una administración más barata y menos
burocrática, estaría de acuerdo en suprimir las autonomías y tener una
administración única para todos?
7.- ¿Se debe de suprimir el privilegio de “aforado” del que
disfrutan los políticos, y ser iguales ante la ley como el resto de los
ciudadanos?
8.- Los cargos de jueces y fiscales, ¿se deben de elegir por
sufragio libre, y que no se conviertan en cargos de altos funcionarios
vitalicios?
9.- ¿Estaría de acuerdo con un sistema electoral de listas
abiertas?
10.- ¿Estaría de acuerdo en suprimir algunas instituciones, órganos
y demás entidades de muy escaso aprovechamiento ciudadano y que nos resultan
muy caras de mantener?
11.- ¿Estaría de acuerdo en intervenir o ayudar militarmente
en misiones exteriores?
12.- ¿Estaría dispuesto a suprimir la Seguridad Social, a
cambio de una renta básica igual para todos los ciudadanos financiada con
impuestos indirectos, que cubriera necesidades básicas?
13.- ¿Está de acuerdo en subvencionar con fondos públicos a
sindicatos, patronales, ONG’s, y otras entidades de interés público?
14.- Y todo un etcétera de preguntas que irían saliendo
sobre la marcha.
Y para todas esas preguntas que van surgiendo en la vida
democrática de un país, aunque fueran consultas no vinculantes, ayudarían mucho
a tomar decisiones mucho más acertadas, aprovechando los comicios para
elecciones de representantes del pueblo, con lo cual sería una democracia mucho
más abierta, participativa y representativa.
Y con todo eso de consentir las consultas al mismo tiempo
que se aprovechan para elegir diputados, ya le haríamos un favor al Sr. Artur
Mas, ya que sería también un indicador de cómo estaría en ese momento el
espectro político catalán, ya que según la vigente Constitución, un plebiscito
no sería legal, pero sí podría ser algo legal una consulta no vinculante.
Para terminar, recordaría que España fue el primer Estado
moderno de Europa con una larga historia en común, con lo cual al mismo tiempo
le recordaría un par viejos adagios:
1.- “La unión hace la fuerza”
2.- “Divide y vencerás”, en la que vence el interesado en
que exista la división.
En fin dos planteamientos con los que reflexionar.
El mapa del cual procede de esta página web ( LiveLeak.com ):
..................................................................
COMENTARIOS DESDE MI CUENTA FACEBOOK: