lunes, 9 de septiembre de 2013

LA MANIRROTA MADRID PIERDE LA OLIMPIADA DE 2020



Según indica la prensa de esos días, "Madrid ha perdido 8.000 millones de euros en su empeño por albergar los Juegos".

Mal le ha salido el juego de pretender hacer las inversiones en infraestructuras, antes de que se le concedieran los Juegos Olímpicos, añadiendo que sólo  le quedaba el 20% de lo que faltaba por valor de unos ridículos 1500 millones de euros. Japón, el país al que le han concedido el honor de albergar los juegos, no sólo no tenía infraestructuras preparadas, sino que tan sólo tenía en el banco depositado el presupuesto olímpico a punto, para en caso de que no le dieran los Juegos Olímpicos, destinarlos en otras cosas rentables para el país, en vez de seguir el mal ejemplo español de despilfarrarlo y encima perderlo. Ya sabemos cómo son los japoneses: primero ahorrar , y luego gastar lo ahorrado; en contradicción con los españoles: primero gastar sin tener el dinero, y luego ya iremos pagando endeudándolos más. Mal principio. Por lo menos en España nos hemos ahorrado empobrecernos aún más con otra segura mordida de corruptelas en las facturas de las obras pendientes a cargo de los contribuyentes, así como el gasto de la correspondiente seguridad a cargo del erario público en el momento de celebrar los juegos, de los que se añadirían variedad de facturas de más con las que los corruptos de la casta política aprovecharían para morder más comisiones y maquinar más corruptelas.

ANA BOTELLA, ALCALDESA DE MADRID


¿Se puede sacar rentabilidad de todo ese gasto en infraestructuras olímpicas que se han hecho en Madrid?. Quizás con la puesta del gran Casino-Burdel “EuroVegas” del multimillonario norteamericano del juego Sheldon Adelson, nos puede servir para amortizar el gasto y rentabilizarlo desde el punto de vista social y económico, con la creación de esos puestos de trabajo en el sector servicios, que ese turismo de ocio-burdel puede atraer hacia Madrid, y con todas las potencialidades del turismo, de las pocas y más desarrolladas industrias que tenemos de momento. En ese sentido tenía razón la alcaldesa madrileña Ana Botella: “los españoles somos el pueblo que mejor sabemos vivir la vida del mundo”, y por eso somos abiertos, acogedores y simpáticos.

SHELDON ADELSON

Pero lo feo no es que se haya despilfarrado inútilmente todo ese gasto para conseguir albergar los juegos olímpicos, a costa del contribuyente, sino también que Madrid se haya convertido en el ayuntamiento más endeudado de toda España, con más de 8.000 millones de deuda, sobretodo en la época que Alberto Ruiz Gallardón era el alcalde, dejando en herencia esa escandalosa deuda que no para de crecer a la actual alcaldesa Ana Botella (esposa del ex presidente del gobierno José María Aznar). Se ve a las claras que Ruiz Gallardón era un gestor manirroto del ayuntamiento madrileño, igual que el pésimo ministro de justicia que es, sacando leyes más injustas en las que impone tasas judiciales para que los faltos de recursos económicos traten de evitar los servicios de la justicia, así como imponiendo otras leyes que suponen mayores recortes a las libertades públicas. Pero lo malo de todo eso, queda aún más afeado cuando en el ayuntamiento de Madrid todos pretenden vivir como reyes en una corte, como si para algo le llamaran a Madrid “Villa y Corte”. A saber, según exponía el prestigioso diario alemán “Der Spiegel”, entre otros detalles:
(…) “el ayuntamiento es un palacio cuya remodelación ha costado 500 millones de euros!!!”, “su despacho es mayor que el del Presidente de los Estados Unidos”, tiene“un mayordomo cuya única función es servir el café al alcalde”, y 260 asesores personales y altos cargos que cobran de media 60.000 euros.”
(…) El Ayuntamiento posee, además, 267 coches oficiales de uso personal, más que todas la capitales de la eurozona juntas.
Y eso sin contar que para tantos despilfarros y tanto endeudamiento, los alcaldes Ana Botella y Alberto Ruiz Gallardón se embolsaban más de 90.000 euros anuales de sueldos, sin contar dietas y demás prebendas. Escandaloso e intolerable, ¿no?.
ALBERTO RUIZ GALLARDÓN, EX ALCALDE DE MADRID
Esos excesos y abusos, que tan caros nos están costando a los castigados contribuyentes españoles, tendrían que controlarse y pedir responsabilidades a quienes lo consienten y lo causan. No podemos seguir permitiendo que la casta política proceda a sus libres anchas, haciendo del despilfarro como una verbena madrileña del abuso y el manirroteo nacional.

Y eso tendría que ser, también, asunto a resolver, aunque sea por una simple razón de ética y honestidad, por parte de quien ocupara la presidencia del gobierno.