“Divide y vencerás”, principio muy aplicado por los antiguos
romanos en cuanto se refería a sus enemigos, y derivado del “divide e impera”
(divide y conquista), que se la atribuye a Julio César, es la triste sensación
que me da lo que ha ocurrido hoy en Catalunya, en la que los nacionalismos de
distintos colores junto con las distintas facciones ideológicas, son el abono
adecuado para el constante enfrentamiento que no nos lleva a ninguna parte ni
nadie sale ganando de toda esa farsa. Y ya se sabe que históricamente
nacionalismos, religiones, e incluso razas, son las principales causas de las
guerras, muy por delante incluso, de las razones ideológicas y territoriales.
Cuando más se divide, se enfrenta, y se aborrega a un pueblo, sin un norte
claro, es que en la sombra algunos listos con oscuros intereses que nada tienen
de verdadero patriotismo se están aprovechando de ello. Y lo que es peor:
quienes tendrían que defender la legalidad vigente de la Constitución (aprobada
en su momento por una amplia mayoría de catalanes), son flojos, débiles y no la
defienden ni la respetan; y por el otro lado aquellos que reivindican la
independencia, ¿ por que no dicen al mismo tiempo qué modelo de Constitución
para Catalunya proponen? : ¿un modelo liberal, un modelo socialista, o de otro
color político?. ¿ Un modelo de impuestos baratos y con poco peso del Estado, o
un modelo de impuestos muy caro con mucho peso intervencionista del Estado en
la vida ciudadana?. ¿Una Constitución laica, o una Constitución en la que las
religiones se meten con el Estado?. Por qué no exponen claramente las ventajas y
los inconvenientes que supondría una independencia, es decir: qué gana y qué
pierde Catalunya con ello. Pero nadie habla claro, la confusión está servida,
la irresponsabilidad de conducir a la dirección equivocada y al capricho de la
deriva está presente, y el pueblo paga caro encontrándose cada vez más dividido
y confuso, e incluso enfrentado. Hasta ahora históricamente Catalunya nunca ha
sido una nación independiente, y si ahora algunos pretenden que lo sean (y
están en su legítimo derecho a luchar por ello), tendrían que dejar claro si de
verdad dando ese paso es mucho lo que ganamos. Pero la realidad es que todos:
catalanes y no catalanes, que de momento seguimos siendo españoles todos, todos
estamos cada vez más divididos, y sólo gana con eso la incertidumbre, la
confusión, el miedo, el enfrentamiento, las enemigos de España, de Catalunya, y
todos los que de esto se aprovechan, y en definitiva la pérdida progresiva de
la identidad, la ruina y la pobreza . ¿Y es esto lo que queremos y lo que nos
merecemos?. Yo por mi parte me sigo sintiendo catalán y español, o español y
catalán, si ustedes lo prefieren, que para mí es lo mismo, y lo mismo me
avergüenzo de aquellos que están contra Catalunya, que aquellos que están
contra España. Y además quiero dejar claro que hablo, leo, escribo, pienso
y sueño por igual en ambas lenguas,…y esto nadie me lo quita, aparte de que tengo mi propio orgullo en ese sentido.
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