jueves, 30 de agosto de 2012

LOS MANIRROTOS DE LOS BILLONES (¡OJO!, DIJE “BILLONES”, NO “MILLONES”)

Me gustan las películas de Humphrey Bogart, y cuando decía “Nena, tú vales un millón”, y con una Laurent Bacall a un son bailarín por la emoción que le daba el piropo, el tipo la hizo buena. Hoy en día, el piropo de Bogart se hubiera quedado corto. Hoy quizás habría que decir algo así como: “Nena, tú sí que vales billones” ( con “B” de billones, de gigantesca Burrada), porque lo del millón en el cual de niños soñábamos y nos parecía el infinito, con la que los políticos nos han endeudado por todos los lados, se ha quedado en vana calderilla.
Este gráfico lo he obtenido de hoy de una publicación en “El Blog Salmón”, especializado en temas económicos de actualidad. Se ve la evolución de la deuda pública en EEUU, que ya ha alcanzado la friolera de los 16 billones de dólares: sistema insostenible y que ha crecido de forma totalmente irresponsable en estos últimos años hasta alcanzar cifras astronómicas. Barack Obama aparte de ser el primer negro que ocupa la Casa Blanca, está considerado como el presidente más “socialista” de la historia norteamericana, y ese es el nefasto legado que termina dejando: “yes, we can” dejar una deuda de más de 16 billones de dólares, equivalente a unos 53.333 dólares por estadounidense (equivalente a 43.500 euros, que es lo mismo que decir equivalente al doble de la deuda oficial española, aunque hay que recordar que la renta estadounidense por habitante supera muy ampliamente a la española a pesar de esos últimos años de dólar barato). Ya entrando en la campaña electoral para las presidenciales norteamericanas del próximo noviembre, tanto Obama, como Mitt Romney (el probable candidato republicano), algo tendrán que decir sobre esa monstruosa deuda. ¿Cómo la afrontarán?, la curiosidad está servida. La verdad es que ver la gráfica de la deuda norteamericana asusta, y no se ve muy claro adónde nos llevará, porque ya está en un punto que sólo se pide para refinanciar la enorme deuda, no para destinar el dinero a políticas de crecimiento y de generación de empleo que es en lo que de verdad habría que destinarse si se quiere salir de atolladero. Se que algunos dirán: ¿y qué nos importan los asuntos estadounidense?, pues que nos afectan a todos, ya que como dicen en los parqués bursátiles: cuando Norteamérica se resfría, Europa acaba pillando la gripe. Tenemos problemas parecidos a nuestros vecinos, y asómanos las narices para ver cómo los arreglan ellos.
En España, oficialmente la deuda pública está casi entorno al billón de euros, aunque los expertos lo cifran en que en realidad está ya hinchado en más de 3 billones de euros. Sólo los intereses de esta deuda son más o menos la misma cantidad que se destina a pagar los gastos de desempleo a los parados, con lo que no puede ser destinado a estimular políticas productivas que generen los puestos de trabajo que buena falta nos hacen. Pero vayamos por la deuda oficial: si en España somos 47 millones de almas como dicen, resulta que cada españolito debe 21.277 euros, lo que supone que una familia media de cuatro personas, debe 85108 euros por los despilfarros del Estado, que en realidad según estimaciones de los expertos (más acertadas), supone que esa familia media española de cuatro miembros, debe en realidad 255.324 euros (o más, ya que es costumbre de los políticos equivocarse en sus previsiones). A este resultado nos han llevado los distintos gobiernos desde que empezó la transición de la dictadura a la democracia tras la muerte de Francisco Franco, que había dejado una España con superávit y con una fuerte clase media.
Por otra parte, cabe decir que la mayor parte de esa deuda (tanto la norteamericana, como la española) está en manos de China, así que se está generando un polvorín de peligrosas consecuencias económicas, políticas y militares si llegara a estallar en el futuro. ¿Acabará siendo la actualmente silenciosa China, nada respetuosa con los “derechos humanos” el nuevo gendarme del mundo, cuyos tentáculos económicos se están extendiendo por todos los rincones del planeta?. No olvidemos que tanto el déficit norteamericano como español está siendo financiado por los chinos, y si no tuviéramos este dinero, estaríamos apañados, porque hoy por hoy dinero no tenemos ni para pipas. Pero si los chinos deciden retirarlo, eso podría traer convulsiones sociales muy dramáticas, que quien ha sufrido la falta de dinero sabe de qué estoy hablando. Claro que en nuestro caso se podría imprimir más billetes de euro, pero lo veo complicado, porque no interesaría a los demás países de la zona euro, en especial Alemania, y porque cuando se hace eso, el dinero pierde valor, aparte de que asoma el feo rostro de la inflación, que nos empobrece aún más. Habrá que andarse con cuidado con los chinos, pues mientras seguimos haciendo el papel de los ciegos que no quieren ver, no sólo financian nuestra deuda, sino que además se están adueñando de tiendas, restaurantes, empresas a precio de saldo, e incluso inmuebles.
La solución para arreglar esto a mi modesto entender, es acabar con la cultura y con el modus operandi de que el Estado lo aporte todo o parte de un todo, en subvenciones, sanidad gratis, empresas públicas, funcionarios, pensionistas, etc…Es decir, menos impuestos, menos gastos públicos, y centrándose en la inversión privada que es la única que puede crear empleo, aunque de momento, dado la gravedad de la situación, sin quitar el amparo de la ayuda por desempleo a la gente que sigue estando sin empleo y no lo encuentra ni lo consigue de modo estable (que es una cantidad mínima e insignificante al lado de todo el resto de los despilfarros con los que malgasta el Estado Español). Este estímulo a la creación de puestos de trabajo, basadas en políticas de estímulos productivas, debe de llevar a más creación de riqueza para poder pagar la deuda generada por una cultura de estado equivocada y que está basada en financiar buena parte de la sociedad civil, y que muchas veces es carísimo, innecesario y además de una pésima calidad, como acostumbra a ser todo lo que proviene de la cosa pública. El problema del enorme déficit existe y es como un cáncer que hay que extirpar de la sociedad española, con lo cual significa que tenemos que empezar a pagar pacientemente el precio desde ahora, sin más demora. Ello nos exige que hay que reformar toda la administración, para tan sólo ofrecer los mínimos de servicios públicos estricticamente necesarios; reformando el campo laboral aboliendo toda normativa e impuestos que penalizan la creación de puestos de trabajo, tratando de reagruparnos y pensar seriamente en competir, mediante una combinación de productividad española mejorada y una política económica más hábil en las exportaciones, que llegue incluso a hacer sombra a los mismisimos chinos. Si ponemos manos a la obra, y si trabajamos como verdaderos españoles, como el pueblo más laborioso del mundo que somos, podemos salir adelante, e incluso convertir a nuestro propio país en la primera potencia mundial. Es tan sólo cuestión de despertar de este largo letargo, y tener verdadera voluntad política en conseguirlo. ¿Qué quedó del plan maestro de Rajoy con su mayoría absoluta, con aquello de “más empleo y menos impuestos”?. Lamentablemente Rajoy sólo gobierna para los funcionarios y el mantenimiento del corrupto y despilfarrador estado de las autonomías, igual que el resto de los políticos que siempre podrán tener idea de recortar de cualquier sitio, menos de sus propios sueldos, prebendas, dietas y demás privilegios, que no les lleva otra cosa que a la opción más fácil (y al mismo tiempo la menos acertada): subir exponencialmente los impuestos. Y así seguimos endeudados hasta el cuello, y cada día más pobres.


COMENTARIOS DESDE MI CUENTA FACEBOOK:

  • Alfonso Posada Eso de que la deuda de los GOBIERNOS de los paises occidentales (deuda pública) está en manos de los chinos es inexacto. Las inversiones de los países occidentales en China han sido y son enormes. Se da la paradoja de que una enorme cantidad de ese dinero que deben los estados se ha utilizado para 'cubrir' la deuda generada por los sistemas bancarios de los países, una base muy importante de su soberanía (si no queremos 'argentinizarnos'), fundamental para la población, que habría sido la principal perjudicada de la 'caída' de los bancos.
  • Alfonso Posada Me viene a la memoria el sistema ideado por las oligarquias financieras japonesas, escarmentadas por el gobierno del militarismo populista que los condujo a la II Guerra Mundial, que consistió en endeudar al estado de forma muy exagerada, con el fin de que tuvieran que recurrir a ellos si necesitaban dinero. En la actualidad el sistema político japonés funciona al puro estilo de Hollywood, los políticos tienen poquísimo poder y van por la calle estrechando manos mientras las decisiones se toman en las corporaciones Mitsubishi, Sumitomo, Mitsui, etc. "Nada nuevo bajo el sol", que dijo el clásico...