lunes, 30 de agosto de 2010

CONTACTOS CON EL PUEBLO, OIR SUS PROBLEMAS SIN INTERMEDIARIOS

Cuando el país está pasando por una gravísima crisis que tiene a muchísimas familias españolas sumidas en un auténtico drama, las recetas para salir de esa, y las decisiones para paliar la situación no pueden salir de lo que digan 200 asesores bien pagados, o los llamados “fontaneros” de La Moncloa, un selecto grupo de personas afines al presidente que le ayudan en el gobierno (no necesariamente los ministros). Todos están bien pagados, bien situados, y con la barriga bien saciada, como para entender la cruda realidad que sufren los ciudadanos de a pie de calle.

¿Os acordáis del líder comunista Santiago Carrillo, y su famoso peluquín, para poder entrar ilegalmente en España, y contactar con sus camaradas, en los primeros años de la famosa Transición española?. Pues lo que creo que debe de hacer un presidente, es dejar varios días el gobierno delegado en manos de toda esa legión de asesores, e ir de incógnito por todos los pueblos de España, con una peluca y barba o bigote postizos, pareciendo otro cualquiera, excepto el propio presidente que todos conocen, especialmente visitando los lugares, los barrios, donde vive la gente que sufre los más dramáticos problemas. Tratado de tomarse el tiempo necesario para recorrer de incógnito de un lado a otro de todo el país, de arriba abajo, del centro a la periferia, recorriendo y observando pacientemente los lugares más miserables, los barrios con mayor número de parados, las escuelas más conflictivas,....para poder ver en sus propios ojos cuáles son las necesidades del país, y para poder decidir de qué modo un presidente puede sacar el país adelante, de qué modo restaurar el bienestar del país, quebrantado como está por la actual crisis económica y por la mala política que se ha aplicado hasta ahora: subida progresiva de impuestos, entrada masiva de inmigrantes, especulación inmobiliaria tolerada, recorte de libertades a base de excesivas multas, consumo de drogas, etc...

Por eso se hace necesario que el presidente se baje del Olimpo de La Moncloa, y se mezcle entre la multitud que forma todo el pueblo español, para poder ver de primera mano la miseria que sufren muchísimos ancianos; la pobreza derivada del paro y el endeudamiento excesivo con los bancos, sea en forma de prestamos irresponsables o hipotecas; la delincuencia sobretodo la de los extranjeros (que son la amplia mayoría y saturan las cárceles); la corrupción política con el enriquecimiento ilegal; la injusticia de esa cosa que todos saben que no es “La Justicia”; etc... etc...; en fin poder conocer en carne viva la desenfadada aceptación del destino de esa crónica tragedia nacional que casi parece propio del temperamento español, pero que existe remedio y esperanza.

Y no sólo mirar todas esas cosas en el anonimato, que así se descubren aquellas cosas que uno no consigue ver del todo cuando es presidente.. Creo que, además,  un presidente cuando llega al poder, debe de poder pasearse sin rebozo por las calles, y detenerse a escuchar a todos, desde los viejos que se sientan en los bancos de los parques, a los ciudadanos que están haciendo sus compras por los supermercados, pasando por las madres que están esperando a sus hijos a las salidas de los colegios, o las largas filas de los desempleados en las oficinas del paro. Hablar con taxistas (que esos son de los que mejor saben sobre cómo está la situación a nivel de calle), con campesinos para preguntarles sobre el precio de los garbanzos o la leche, maestros para preguntarles sobre los problemas de indisciplinas o convivencia, vendedores de mercados para sondear las ventas y el dinero circulante, empleados de la seguridad social para preguntarles sobre cómo está la gente de salud, prostitutas (esas son también de las que mejor saben sobre la realidad social), empresarios en apuros,....enfín, hablando con todo el mundo que más sufre los problemas, porque el pueblo necesita llegar al presidente, y hacerle saber sus preocupaciones, inquietudes y problemas, sin intermediarios. Naturalmente también conocer de cerca los problemas de la inmigración, para hacer posible que su retorno sea lo menos dramático posible, ya que más que un remedio para aquellos que suponían que iban a ser el sostén de los pensionistas, en realidad de han convertido en otra fuente de problemas agravantes para nuestro país, que precisará tomar medidas para hacer que la inmigración se marche de nuestro país. Y por supuesto, participar en uno de los atascos o retenciones por carreteras para conocer de primera mano cómo afectan esos problemas, y en dónde están las prioridades en las obras públicas.

Sé que me dejo muchas cosas sin comentar y mencionar en mi entrada de hoy, pero pienso que un mayor contacto con el pueblo, con un nuevo estilo y talante, es lo que necesita España, porque en realidad hoy por hoy, el pueblo se siente muy distanciado, menospreciado y olvidado de sus propios dirigentes, los cuales sólo dan la lamentable imagen de estar preocupados sobretodo antes que nada, de llenarse sus propios bolsillos.

Desde luego, si llego a presidente, lo seré del pueblo, por el pueblo, y para exclusivamente al servicio del pueblo, manteniendo varias veces el contacto con él, sin intermediarios, para que digan y suelten las cosas como de verdad las tienen que decir y las sienten. Seré de un estilo nuevo, desconocido de entre todos los presidentes de hasta hoy en día (que han permanecido demasiado distantes del pueblo español, salvo en los períodos de campañas electorales).

En la foto podéis ver a un calvo líder del Partido Comunista de España ( P.C.E. ), con la peluca de incógnito, todo un ejemplo de cómo poder contactar con el pueblo sin que se dé cuenta de que es el propio presidente, el personaje en cuestión.