Desconozco el autor, pero lo
que os insertaré abajo (y luego comentaré) es un párrafo que ha estado
circulando por internet y que me lo he encontrado por varios sitios de la red,
y en cierto sentido refleja bastante la realidad de hoy en día, aunque puestos
a tratar sobre el empleo, tanto entre la economía sumergida, como entre la
economía legal, existe desde hace tiempo una sequía crónica de empleos. Y como
me decía hace poco un amigo, es que tal como está la situación laboral hoy en
día en España, vayas a donde vayas, si no tienes padrino que te facilite el
enchufe, no sirve de nada echar los currículos, porque de lo poco que hay hoy
en día, los empleos siempre se lo otorgan a los amigos o familiares de los
amos, y todos se apañan como pueden para buscarse la vida sea legal o ilegal.
Sé que a políticos, funcionarios y personas que cumplen religiosamente con los
impuestos y las normativas legales les parecerá un abuso, pero yo personalmente
considero que ese tipo de actitudes es más propio de sentido común de entre la
gente que busca sobrevivir como puede. Aquí os dejo con el párrafo de marras:
-¿Qué vas a tomar?
-Una Xibeca.
-Por favor, dos cervezas
Xibeca.
-Oye, ¡cuánto tiempo sin vernos!
-Sí, ya era hora que echáramos unas cervezas y
charláramos.
-¿Cómo te va?
-No me puedo quejar. Sigo aún con el taller en
el pueblo. ¿Y tú?
-Bueno, pasé por el tribunal médico y me
dieron la invalidez gracias a Juan Sola, el abogado del pueblo, pero sigo atendiendo
el negocio con mi mujer aquí en la capital.
-Has hecho bien porque está muy jodida la
situación. Yo tenía a tres trabajadores contratados en el taller, pero hablé
con ellos y llegamos a un acuerdo de despido, pero siguen trabajando.
-¿Están despedidos y siguen trabajando?
-Sí. Nos viene bien a todos: yo me ahorro los
seguros sociales, que son altísimos y ellos cobran el paro y el sueldo. Claro
que les pago menos que cuando tenían contrato. Todos contentos: ellos ganan y
yo también.
-¿Y si te enganchan?
-¿Quién va a pasar por el pueblo? Además, los
tres talleres del pueblo hacemos lo mismo y no nos vamos a denunciar unos a
otros porque nos perjudicaríamos.
-¡Ah, vale! A nosotros, en el negocio, un día
nos visitó un inspector de trabajo y, por suerte, yo me encontraba en la puerta
del local, fumando un cigarrillo.
-Pero estaría tu mujer, ¿no?
-No, qué va. El negocio lo llevo en realidad
lo llevo yo, pero les dije que lo regentaba mi mujer, que es la que aparece en
los papeles, y que yo estaba allí ocasionalmente porque ella había salido un
minuto a un asunto urgente. Suerte que al «panchito» que tengo allí sin
contrato estaba ese día en el médico.
-¿Y se lo tragó?
-Al parecer sí. De hecho se fue y no ha vuelto
más. Pero sí, me acojoné un poco, ya que si el inspector no se traga aquello
nos multa y a lo mejor hubiera perdido yo la paga. Al menos eso me dijo Juan
Sola.
-La verdad, es que estos inspectores son unos
crédulos o a lo mejor es que están desmotivados porque ganan menos. Total, para
lo que hacen mucho ganan aún. Hablando de inspecciones, mi hija pequeña estuvo
a punto de perder la beca porque alguien fue por ahí contando que el taller no
estaba declarado y nos daba muchos ingresos y tal. Desde ese día le he
prohibido que vaya con su BMV A3 y su iPhone 5 a clase.
-¿Y qué pasó?
-No, nada. No se pudo demostrar lo que decía
el cabrón anónimo ya que lo tengo bien atado. La niña sigue cobrando todos los
años la beca máxima, unos 5000 euros, que son para ella solita.
(Irrumpe un tono de teléfono móvil: ¡¡Por mi hija maaaaato!!)
-Tío, que me he llevado un repullo con ese
tono de la tipa esa de la tele. ¿Cómo se llama…?
-Sí, la Esteban, Ésa sí que es lista, jeje…
Perdona, que es un proveedor. ¡Oye, que significa esa factura con IVA del
otro día! ¿Cómo? Nada de eso. Me la emites de nuevo sin IVA o no cobras…sí,
hasta las seis estoy allí. Hasta luego.
-¿Te quieren meter el IVA?
-Sí, se lo he dicho al tío de las pizzas mil
veces y sigue dale que te pego con el IVA de los… y para colmo ahora que lo han
subido los chorizos estos del Gobierno.
-Sí, vaya mierda de país, con tantos
impuestos.
-Por cierto, ¿sabes que me he comprado un
Audi?
-¿Sí? ¿Cuál?
-El Q7
-Joder, ¡el que llevan los futbolistas! ¡Qué
pedazo máquina…! Te habrá costado un pastón, seguro.
-Sí, es caro, pero me he ahorrado una pasta.
Si quieres te digo cómo.
-Dime, dime…
-¿Tienes a algún minusválido en tu familia o a
alguien de confianza que lo sea?
-Pues no sé, tendría que verlo…
-Yo lo he puesto a nombre de mi padre que, como
sabes, tiene una gran minusvalía. Me he ahorrado el Impuesto de Matriculación,
me han hecho una rebaja en el concesionario, no pagaré jamás el Impuesto de
Vehículos al Ayuntamiento y, para colmo, aparcaré donde me salga de los huevos,
en cualquier plaza de aparcamiento reservada para minusválidos ¿Por qué te
crees que hay tanto coche de gran cilindrada con el cartel de minusválido en
las calles?
-Estás en todo, macho; pero ¿se tragarán que
tu padre conducirá eso con 80 años siendo minusválido?
-Éstos del Ayuntamiento se lo tragan todo. Por
cierto, hablando del Ayuntamiento, ¿te has enterado lo del alcalde del pueblo?
¡Qué cabrón! ¡Que bien amañado lo tenía todo! ¡Qué poca ética! A mí me
extrañaba que la recogida de basura siempre la ganara la misma empresa.
-Sí, ¡qué cantidad de corruptos nos gobiernan!
Y para colmo hay que sostenerlos a todos. ¿Y el asunto de ese que era
presidente de la Junta, dándole un pastón a la empresa de la hija?, por no
hablar de las comisiones del niño… que maná de corruptos, ¡vaya mierda de país!
-Ni que lo digas, vaya país de sinvergüenzas y
corruptos nos gobiernan. No hay que votar a ninguno, que son todos iguales. Van
a lo que van.
-Oye, ¿quieres otra cerveza?
-Sí, si, vale. Pero disculpa un segundo, que
voy a asomarme a ver el coche, que está en segunda fila.
En el caso del taller, por ejemplo, es muy comprensible
porque si tuvieran que seguir el juego de los políticos, se tendría que cerrar
el taller, con el amo y los trabajadores sin trabajo y sin ingresos, y más
malestar para el país. Abierto aunque sea ilegalmente supone beneficio para el
amo y para los trabajadores, el uno porque al no pagar impuestos puede
aguantarlo, a los otros, porque entre cobrar un poco menos de sueldo en el
taller, y por otro lado con el añadido de la paga del paro, es como si tuvieran
doble paga, y de esta manera tanto amo como empleados, los dos tan contentos.
De esta manera sus familias al tener más ingresos entre lo que ganan trabajando
y defraudan en impuestos y cobro de ayudas por desempleo, comen felices, y
contribuyen a mover la economía consumiendo y ahorrando de lo obtenido de su
trabajo (y la prestación del paro, así como en el ahorro en impuestos, tal como
he señalado), y además son productivos e útiles para nuestro país, que contribuyen
al crecimiento nacional. Como ya señalé más arriba, el problema son los
impuestos, y no deberían de haber impuestos, porque primero la recaudación va
para los bolsillos de los políticos y funcionarios una casta que por lo general
ni sirven ni son útiles para el país (aunque nos cuentan muy caros), y por otra
parte, los funcionarios con lo del sueldo vitalicio, se acomodan y ya no
compiten, ofreciendo pésimo servicio y escasa productividad, aparte de que para
el resto de los ciudadanos sin trabajo es un insulto que un funcionario tenga
el privilegio de la paga vitalicia y además aportando muy poco esfuerzo. Entonces
visto así, ¿quiénes defraudan más al país: los políticos-funcionarios con todos
sus privilegios y derechos, o los empresarios y trabajadores que se apañan como
pueden para llegar a fin de mes?, ¿y quienes de verdad con su actitud
contribuyen al crecimiento y a la creación de riqueza para el país?
Claro que si quitamos
impuestos, normativas abusivas, subvenciones y derechos a favor de determinados
colectivos discriminado a los otros que son los que de verdad trabajan y con
sus aportaciones obligatorias en
impuestos mantienen a una gran masa de parásitos e improductivos,….todos esos
abusos no ocurrirían ni tendrían razón de ser. Algo está fallando en nuestro
país, y con la tremenda crisis económica esto suele ser más visible. Habría que
volver al sentido común y al respeto por el trabajo y el esfuerzo que cada uno
aplica en prosperar con su derecho legítimo a la recompensa (y sin gravarla a
impuestos), y con esa actitud hacer que el país marche adelante. Pero al final
hemos visto que con el supuesto principio de ser más “contributivo y solidario”,
hemos terminado por ser un país más injusto, más discriminatorio y con mayores
abismos sociales, en el que se ha perdido la confianza, la ilusión, los valores
del trabajo bien hecho, y esa iniciativa emprendedora tan necesaria para salir
adelante. Sólo nos quedan la casta de mantenidos (políticos y funcionarios), y
los que se apañan en salir adelante como pueden, tengan o no tengan empleo,
manteniendo a los demás con sus impuestos, y aplicándose al cuento y a la
picaresca si es necesario, como una actitud normal en la que poder sobrevivir
en este desgraciado país nuestro de tantas injusticias y discriminaciones, cuyo
origen está en el mal hacer político.
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