jueves, 23 de mayo de 2013

EL FUTURO DE LAS PENSIONES ESPAÑOLAS






Ayer salió la noticia de que “las pensiones públicas condenarán a la “pobreza” a los futuros jubilados”, añadiendo que el PSOE recortó un 15% las futuras pensiones, y el PP aprobará una reducción extra de entre el 22% y el 45%. Explica el diario que sólo con aplicar la reforma del PSOE de 2011, las pensiones públicas del futuro verán reducidas su importe entre el 37% y el 60% en comparación con las actuales para poder garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. Y que esto significará que los futuros jubilados cobrarán entre 615 y 290 euros al mes de media, frente a la media de los 956 euros de hoy, con lo cual su capacidad adquisitiva real se verá reducida casi a la mitad entre 2012 y 2050. Y para dar a entender mejor las explicaciones, acompañan unos gráficos actualizados de las pirámides de edad, así como evoluciones de las pensiones e ingresos-gastos en la Seguridad, que los inserto en esta entrada

 
La cosa es escalofriante, e indicadora de que no sirve ni ha servido para nada tener que pagar unas cotizaciones que no se recuperan en lo justo para llegados el momento del derecho a percibir la jubilación. Como tampoco es justo tener que pagar unas cotizaciones que no sólo sirven para mantener a nuestros jubilados que ya cotizaron en su momento, sino que además mantenemos pensiones de mucha gente que nunca cotizó (pensiones no contributivas), y no me voy a referir en los gastos para el Estado que supone la gente desempleada, por no añadir, además, las subvenciones que reciben los millones de inmigrantes que aparentemente no han aportado nada al sistema español de protección, pero que sí se aprovechan de ello ya que la legislación española en Seguridad Social les consienten incluso financiando gratuitamente la sanidad o asistencia de los “sin papeles”, apatridas o refugiados que se encuentren en España. Está claro que a medio y margo plazo no habrá dinero suficiente, a pesar de que se les obligue a mayores pagos a los cotizantes, que igualmente a medio-largo plazo tampoco tienen la pensión garantizada, o bien será a un nivel de miseria (la mitad o menos que las actuales). Y tampoco me voy a referir a lo injusto que es que un político simplemente por haberse sentado durante 7 años en un escaño, automáticamente tenga derecho a la pensión máxima de jubilación, mientras que un autónomo que se haya pasado más de 40 años reventándose los riñones tenga que cobrar la mínima. Aparte de que tampoco es justo que a un albañil con su espalda reventada y sus brazos corroídos de artrosis se le obligue a jubilarse ahora con 67 años, y a un empleado de banca a prejubilarse los 50 años con el 100% de la pensión, sólo por citar un par de ejemplos.

 

Puede que algunos vayan tomando nota del desastre que se avecina, y traten de ir preparando algunos ahorrillos para la vejez por sí acaso. Pero me temo que los planes de jubilación privados en España ya no son una buena inversión (y nunca lo fueron): aplican mayores comisiones y encima están peor gestionados que los fondos, aparte de que tampoco se pueden rescatar en caso de necesidad salvo autorización judicial, y la rentabilidad media histórica de la inmensa mayoría de esos planes de ahorro no han conseguido superar la inflación de cada año, con lo que supone de pérdida de valor de los propios ahorros, a pesar de los tratamientos fiscales algo más favorables con respecto a las otras fórmulas de ahorro. En realidad el mejor plan de ahorros para la vejez es tenerlo seguro en un paraíso fiscal opaco, y seguido por la vía de internet para ver la evolución de la rentabilidad.

 

¿La solución? Habría tomarla, y cuánto antes. Creo que hay que eliminar esta injusta mentalidad de obligar a que el que trabaja tenga que mantener con sus cotizaciones a aquellos que no trabajan, sean pensionistas que han contribuido o no contribuido, los parados, o la asistencia gratuita a inmigrantes que aparentemente casi nada han aportado ni en cotizaciones ni en impuestos. La pirámide de edad y los altos níveles de paro indican que las cotizaciones no alcanzarán para todos, y además castigan muy injustamente las rentas del trabajo, teniendo en cuenta, además, que los actuales cotizantes o no tienen garantizada la pensión, o la van a tener a un nivel de menos de la mitad por los que hoy en día contribuyen a mantener a los actuales pensionistas. Se debe de acabar con el injusto y vigente principio de “quitar al que trabaja, para dárselo al que no trabaja”. Además nos queda la pregunta del millón: A la vista de la excesiva fiscalidad española que obstaculiza la competitividad en los mercados globales y la poca gente trabajando, ¿será capaz la economía española de generar el dinero con el que pagar la pensión de nuestros jubilados?

 

Creo que la solución pasa por tanto, en eliminar todo tipo de pensiones públicas (que se financian con las cotizaciones de los empresarios y trabajadores), y sustituirlo por una renta básica para cada ciudadano español, que se financiaría a través de los impuestos y acorde con el nivel económico del país de cada momento, en especial impuestos que no gravaran sobre las rentas del trabajo que son las que generan la riqueza que necesita el país para prosperar y avanzar. En consecuencia cada español, sin distinción de edad, sexo o nivel social, tendría una renta mensual del Estado para sus gastos básicos, y se eliminarían los servicios públicos, tales como sanidad, educación y pensiones de jubilación, entre otros. De este modo cada ciudadano paga sus propios gastos de asistencia sanitaria o de enseñanza, y la renta igual les sirve para complementarla con las ganancias laborales de la gente que quiera trabajar libremente sin fijar fechas de jubilaciones, ahorrando para los planes privados de jubilación que permitan un determinado nivel de vida cuando quieran retirarse del mundo laboral. Hay que volver a la cultura del trabajo y del esfuerzo en prosperar, la cultura de pagarse las propias necesidades, porque cuando el Estado pretende obligar a ser “solidario y contributivo”, no solo es mal gestor, sino que además se fomenta la injusticia y la picaresca, el coste de lo cual siempre recae sobre las mismas personas a la que se le obliga a cotizar con su trabajo. No tenemos otra salida, o lo hacemos así, o vamos directamente a la pobreza crónica

 
Os dejo con el enlace de la noticia de ayer:

LAS PENSIONES PÚBLICAS CONDENARÁN A LA "POBREZA" A LOS FUTUROS JUBILADOS

EL PSOE RECORTÓ UN 15% LAS FUTURAS PENSIONES. EL PPAPROBARÁ UNA REDUCCIÓN EXTRA DE ENTRE EL 22% Y EL 45



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