jueves, 24 de septiembre de 2015

REFLEXIONES ACERCA DE LAS ELECCIONES CATALANAS DEL 27 DE SEPTIEMBRE DE 2015




Sólo queda un día para que termine la campaña electoral catalana. Y sigo totalmente indeciso en mi voto, entre otras cosas porque:

- Nadie me ha explicado ni convencido de las bondades de la independencia o de seguir perteneciendo a España.

- No he oído a nadie hablar de arreglar el paro (el problema que más preocupa a los ciudadanos).

- No he oído a nadie hablar de bajar impuestos ( todos estamos asfixiados y todos lo deseamos).

- No he oído a nadie de tomar medidas respecto a la inmigración.

- No he oído a nadie explicar claramente qué va a pasar si una mayoría de catalanes decide que hay que independizarse, ni qué propuestas van a hacer: ¿modelo de nueva Constitución: más o menos de corte liberal, o de corte socialista?, ¿modelo educativo?, ¿modelo sanitario?, ¿modelo económico?, ¿sistema de pensiones y su financiación?, etc...

- No he oído a nadie qué propuestas de gobierno quiere presentar y qué posibles consellers se repartirán las carteras en grupos políticos tan complejos como "Junts pel sí" que no tenemos nada claro de qué color e ideología va a ser ese gobierno del cual las encuestas auguran como posible vencedor.

En resumen, tengo la sensación de que a todos los ciudadanos nos toman por imbéciles aborregados. Igual tengo la sensación de que a la Constitución Española todos la tratan como si de un papel mojado a pasarse por el forro se tratara. Imperdonable y desconsiderado que sólo dicen de la completa nulidad que son los políticos que tenemos. Y si tengo que creer que las Constitución tiene vigencia y es lo legal, no habrá independencia, gane quien gane, sencillamente porque es inconstitucional, y primero tendría que cambiarse la propia Constitución, que si no me equivoco, para poder hacerlo la ley exige proponerlo con las 2/3 partes del parlamento español. Y eso de por sí ningún político lo aclara ni lo define, siendo ya peligroso de por sí hacer cambios y retoques en la Constitución con el clima de crispación y profunda crisis económica por el que estamos pasando, que podría convertirlo en una aventura política peligrosa. Apenas no hay ninguna diferencia entre una España Federal y una España con comunidades autónomas, con lo cual de entrada y por simple prudencia y sensatez no es necesario ningún retoque constitucional, y menos en los convulsos momentos presentes que vivimos.  De todos modos, y desde mi personal punto de vista, la Constitución sólo necesita un par de cambios: abolir el Estado de las autonomías, para pasar a ser un solo Estado con un sólo parlamento y gobierno (ahorro inmenso de políticos y funcionarios), y abolir asimismo el derecho de huelga que tanto daño a provocado a los ciudadanos y la economía con sus abusos corporativistas (especialmente desde la función pública). Si miro afuera, observo que la Constitución Norteamericana no es que sea perfecta ni la mejor, pero nunca ha sido retocada. Si retocamos la española, seguro que será para peor y no contentará a nadie.


¿Qué ocurrirá después del 27 de septiembre?. Sin duda alguna la "merienda de negros" seguirá siendo la protagonista de la vida política, que nos dejarán más confundidos y aborregados que nunca, y ya para dar paso, abruptamente, a las nuevas elecciones generales, de la que auguro más crispación que nunca, y por tanto más inestabilidad, que a su vez significa más incertidumbre económica y más pobreza. En fin...la tragedia nacional sigue con su patético esperpento.