¿Os habéis fijado que Suiza, al que se considera uno de los
países más ricos de Europa, no acoge ni se ofrece voluntariamente para acoger a
esos inmigrantes extranjeros que ahora los llaman "refugiados", casi
todos de procedencia musulmana?. Claro,
no es socio de ese extraño club que llaman "Unión Europea", de la que
tampoco son socios los países balcánicos , Noruega e Islandia, aunque ese par
de últimos países aparentemente se muestran partidarios de acoger a extranjeros
(se supone por lo extenso de su territorio en comparación con su escasa
población).
Otro tema aparte es que la cruz que forma y simboliza la
bandera y el escudo de Suiza "asuste" o sea considerado como "blasfemia
intolerante" para la cultura y credo que conforman los musulmanes y no la
soporten.
Lo único que tiene de bueno la Unión Europea es la libre
circulación e utilización de una moneda común: el euro, que tanto beneficia al
comercio y a la economía. Para todo lo demás, es lo más parecido a una jaula de
grillos que paren leyes comunitarias que no deja satisfechos a ninguno de los
países, como ahora podemos ver en la "cuota obligatoria" de
inmigrantes a acoger por citar un ejemplo, y en la que el único interés de cada
país es aportar lo menos posible a las arcas comunitarias europeas y obtener lo
máximo posible de los fondos europeos. En otra palabras, ese extraño invento de
la "Unión Europea" no nos sirve para nada, salvo para empeorar
nuestras vidas (como ahora vemos con el caso de las "cuotas
obligatorias" de extranjeros a acoger), y para lo único de positivo que
tiene es para el uso común del euro como moneda de intercambio.
La excusa de fondo que más utilizan para acoger a los
inmigrantes es que muchos de sus países tienen la población envejecida y
necesitan nueva población joven que vengan a pagarles las pensiones (de ahí el
gran interés que tiene Alemania en acoger inmigrantes sin limites). Pero España
también es un país que envejece rápidamente, pero a causa de la crisis y el
paro, buena parte de su población joven ha tenido y tiene que marcharse a otros
países a buscarse el trabajo y la vida, con lo cual se contradice con los
intereses de Alemania en cuanto al tema del desequilibrio demográfico. Es
decir, Ángela Merkel cree que los cientos de miles y hasta millones de
inmigrantes que van a acoger, con el tiempo se incorporarán al aparato
productivo alemán y servirán para pagar las pensiones de los jubilados
alemanes, aunque no lo diga tan directo ni tan fuerte, ya que no le resultaría
electoralmente rentable. Pero eso es un gran error, porque personas de otras
culturas, mentalidades y credos (muchas veces incompatibles con nuestros
principios y valores de libertad y democracia) no nos van a pagar las
pensiones, ni se integrarán, ni tendrán ese espíritu de patriotismo que es más
propio de entre los nacionales que no entre los extranjeros, y en todo caso se
aprovecharán de todo lo aprovechable que les pueda ofrecer el país: servicios
sociales gratis, ayudas, trabajo que quitan a los nacionales, etc...
¿El problema del desequilibrio demográfico que tanto
preocupa a Ángela Merkel (por lo menos sólo pensando en su propio país)?. Es
decir, el problema de que cada día hay más jubilados que perciben pensión, y
menos jóvenes en el mercado laboral. Pues extrapolado el problema alemán, lo
analizaré desde la perspectiva de cómo lo tenemos aquí en España. Ese
desequilibrio demográfico sería tan sencillo de resolver si consideramos, por
ejemplo, los gastos que supone para el Estado soportar a toda la inmigración
existente. De los aproximadamente 47 millones de habitantes oficiales que hay
en España, unos 40 son españoles, y los 7 millones restantes son de origen
extranjero, sean inmigrantes que han obtenido la nacionalidad española o
inmigrantes residentes, y aunque no existe ninguna estadística oficial, podría
ser que pudiéramos llegar entre 8 y 10 millones los inmigrantes ilegales de más
que tenemos en España, y todos acogidos al sistema del cual se aprovechan, como
el sanitario, la educación, las ayudas sociales, o los servicios judiciales
gratis, por citar unos cuantos ejemplos. De los aproximadamente 7 millones de
inmigrantes legales que tenemos, aproximadamente tan sólo cotizan unos 1,7
millones de los cuales el resto no aportan nada en absoluto a las arcas del
Estado, sean legales o ilegales, y aparentemente si se aprovechan todos ellos,
sean legales o ilegales, de los servicios o ayudas disponibles por parte del
Estado, siendo en su conjunto incluso mucho más beneficiados de todo ello que
no los propios españoles como todos sabemos y hemos podido comprobar, y que son
los propios españoles los que más aportan en mantener ese sistema del que se
aprovechan y benefician mucho más los que menos aportan, que en esta caso es la
inmigración, sea legal o ilegal.
Considerando que el monto de los costes de la inmigración
para el Estado es uno de los secretos mayor guardados para que lo ignore la
ciudadanía, si tuviera que hacer una estimación aproximada, me atrevería a
decir que con todo ese gasto nos saldría que a cada familia española se la
podría subvencionar por cada hijo entre 2000 y 3000 euros mensuales, y aún es
posible que me quede corto en mis cálculos de estimación aproximada. Seguro que
os impresionará porque es muchísimo más dinero de lo que sueñan en ganar la
inmensa mayoría de los españoles que a duras penas no llegan ni a mileuristas,
pero las matemáticas dan esas cifras aproximadas. Si cada familia española joven (o de
cualquier edad) percibiera de subvención entre 2000 y 3000 euros mensuales,
estoy totalmente seguro de que se acabaría para siempre el problema del grave
desequilibrio demográfico que tenemos, los nacimientos de nuevos españolitos se
multiplicarían, y así podría ser posible que fueran los hijos de los españoles
los que nos pagarían las pensiones, porque esos sí serían verdaderos patriotas
y de esencia totalmente española, sin problemas de integración ni con los
conflictos propios y derivados de las "multiculturalidades". Es pues
una cuestión matemática: quitar todos los gastos que absorbe la inmigración y
que no nos aporta nada positivo para nuestro país (sino todo lo contrario), y
destinarlo para ayudar a las familias españolas subvencionando cada hijo que
tengan, que esto sería lo inteligente de hacer, aunque ahora de momentos a
muchos les parezca una utopía o medida radical injusta, discriminatoria e
insolidaria contra la inmigración. Y eso
es lo que ignoran la Merkel, Rajoy y todo el resto de políticos europeos miopes
que nos están metiendo el Caballo de Troya que sólo nos traerá más y más
conflictividad, pobreza, impuestos, desempleo, inseguridad, y nuestra propia
destrucción como cultura y pueblo.