Ayer supe que Su
Majestad el Rey Felipe VI se había recortado su sueldo en unos 60.000 euros al
año con respecto al sueldo que tenía su padre Don Juan Carlos I, quedando en
234.204 euros, que son casi 20.000 euros al mes de sueldo, una cifra
astronómica que ya quisiéramos tener muchos españoles. Algunos lo interpretarán
como un gesto de buena voluntad, del que deberían de tomar ejemplo el resto de
los empleados de las distintas instituciones del Estado, pero que para mí personalmente
no significa nada. Y no hablo igual de los altísimos sueldos que cobran los
demás miembros de la familia real, sólo por ser los familiares más directos del
Rey, con algunos "trabajillos" por propia cuenta a encargar
representando a la Corona o simplemente por acompañar al Rey en sus actos o
actividades. Cobran aparte incluso la Princesa de Asturias y la Infanta, pese a
ser niñas y menores de edad, con unos sueldos escandalosos, que ya quisieran
los españoles para sus propios hijos, muchos de los cuales incluso sufren
desnutrición tal como se ha descubierto últimamente en las escuelas.
La dedicación y
el esfuerzo en interpretar y ejecutar la tarea de monarca no es más de la que
podría dedicar cualquier actor de teatro de talento medio, lo cual para si se
pretendiera dar un buen ejemplo de hacer que la gente sintiera al monarca como
alguien próximo y cercano, debería de tener un sueldo similar al que gana la
gente normal. Quiero decir un sueldo que fuera próximo y representativo de lo
que es la gente corriente la España de nuestros días.
Otro tema es
que hoy día, en que cualquier ignorante inepto está metido en política o en la
función pública, cualquier persona con un mínimo de conocimientos algo más allá
del nivel del bachillerato y con saber un par o tres idiomas, vale para
desempeñar el oficio de Rey. Es tema muy discutible, pero no es lo que pretendo
abordar hoy con este artículo.
Si Gaspar
Melchor de Jovellanos decía aquello de que el "Rey es el mejor amigo de la
nación", ahora que el país está pasando por serias dificultades, con
millones de españoles pasando penurias y dramáticos apuros para llegar a fin de
mes, sería ocasión de dar buen ejemplo y demostrarlo, pensando en los millones
de españoles sin trabajo (algunos de los cuales apenas malviven con una
limitada ayuda de 426 euros mensuales que se puede acabar en cualquier momento,
y muchísimos cientos de miles de parados incluso sin ningún tipo de ayuda), y
en los que sólo tienen contratos precarios cobrando la cifra que se aproxima al
salario mínimo (648 euros) e incluso menos, en un país donde ser mileurista es
ya considerado como un lujo. Y en donde el verdadero lujo es también ser
funcionario con un sueldo por encima de mileurista, y además vitalicio, y sin
ninguna preocupación de sufrir el desamparo que supone encontrarse en situación
involuntaria de desempleo.
En mi opinión
personal, a lo sumo Su Majestad no debiera de tener un sueldo mayor de lo que
cobra cualquier profesor de secundaria de un instituto (fijando entre los 2000
y los 3000 euros mensuales), dejando aparte de que tiene gratis: vivienda (
Palacios de la Zarzuela en Madrid y de Marivent en Mallorca), comida, escolta,
coche, transporte, secretarios, asistentes y demás séquito a su servicio para
poder ejercer su oficio de "Rey de España" ( y todo eso pagado a
cargo del presupuesto que el Congreso y Senado de la nación española aprueba
cada año como estipendio destinado a cubrir los gastos de la Casa Real).
Si el mejor
amigo del pueblo debiera de ser el Rey, también debiera de ser quien diera el
mejor ejemplo que arrastrara a todos los demás que componen lo que llaman
"casta" política y funcionarial, y de paso demostrar con el ejemplo
que es uno más de entre el pueblo español. Ese sí que sería el "mejor
amigo de la nación" que definía el ilustrado Jovellanos.
Y si fuera así,
ya ni haría falta decir "salud y República". Pero todos sabemos que
es una utopía más añadida a la tragedia nacional.