Si yo fuera el presidente del gobierno, en esa
cumbre europea sobre el grave problema de la inmigración que se ha buscado
Europa, le diría a Ángela Merkel, la
principal responsable de que siga ese éxodo imparable hacia el interior de
Europa, más o menos lo siguiente:
Señora cancillera de Alemania, ¿a qué se debe
eso de que deje entrar a millones de inmigrantes en Europa?.
Escuche, señora, Grecia ha tenido que ser
rescatada, Portugal igual, Irlanda lo mismo, y nosotros por un pelo nos hemos
librado de ser rescatados y devolver ese dinero de más, aunque deberemos
devolver la factura del rescate europeo a nuestra banca en bancarrota. Tenemos
una enorme deuda en España, de más de un billón de euros, aunque todos sabemos
que dejando aparte los maquillajes de la contabilidad, en realidad son más de
tres billones de euros la deuda que tiene que soportar España y que no sabemos
cómo pagaremos exactamente. Hemos tenido que hacer recortes por todos los
lados: en educación quitando becas de comedor, de libros, de transporte; en
sanidad, quitando la subvención de muchas medicinas. Muchos farmacéuticos no
llegan a cobrar porque no tenemos dinero en la caja. A los funcionarios les
hemos tenido que congelar el sueldo, e incluso quitarles parte de su paga de
vacaciones y de Navidad. Nuestros minusválidos y ancianos, al final no han
podido recibir la ayuda económica por la dependencia en una ley que se ha
quedado como un papel mojado. También hemos tenido que alargar la edad de
jubilación, porque no tenemos dinero sobrado para pagar tantos y tantos
pensionistas, hasta tal punto que hemos tenido que ir vaciando la hucha de las
pensiones cuando tocaba abonar las pagas de navidad y de vacaciones para
nuestros jubilados. Hemos tenido que subir impuestos del IVA, de la renta, de
los autónomos, de las cotizaciones, de la contribución, del agua, de la luz,
del carburante, poner radares por todas partes para recaudar con las multas, y
hemos tenido que hacer todo lo posible para sacar dinero de donde se pueda,
porque dinero no tenemos, y gastos hay muchísimos, y encima no conseguimos
dejar de estar endeudados. Han cerrado cientos de miles de empresas, y tenemos
millones de parados con 20 ó 30 años ya cotizados, muchos de los cuales no
perciben ningún tipo de ayudas, y muchos de ellos los hemos visto dormir en los
cajeros que se ha convertido en un triste espectáculo habitual por todo el país
que todos los españoles han podido ver en un momento u otro. Cerca de dos millones de españoles, en especial nuestros jóvenes más preparados, han tenido que salir de nuestro propio país, para buscarse el trabajo y la vida en el extranjero, porque aquí no tenemos oportunidades de futuro para ellos. Nuestras cárceles están saturadas en un 80% o más de delincuentes extranjeros que cuestan a los contribuyentes españoles tres, cuatro o más veces lo que cuesta ayudar a un honrado pobre parado español que también tiene familia que depende de él en muchos casos, y eso sin contar el coste del tiempo de la condena y las costas procesales de los tribunales. Aparte cientos de
miles de familias han tenido que ser desahuciadas por no poder pagar sus
hipotecas. Y en muchos niños españoles, en los colegios se han detectado que padecen
desnutrición, porque su padres no tienen ni dinero con el que comprarse la
comida, y encima no reciben ningún tipo de ayudas.
Con nuestro propio dinero de los impuestos
sobre nuestros propios ciudadanos hemos tenido que rescatar a nuestros propios
bancos para que no se colapsara el país a falta de crédito y dinero circulante,
pero no hemos logrado poder rescatar ni siquiera a nuestros propios parados.
Como puede ver, señora Merkel, España no es el
país de las oportunidades, ni tampoco nos sobra aquí el dinero, como parece ser
tan abundante y sobrante en Alemania si usted se ve capaz de acoger en su país
a millones de inmigrantes.
Claro que usted es libre de hacer lo que quiera
en su país, que para eso le votaron sus conciudadanos alemanes, pero lo que me
preocupa es que usted empiece a decir que esos inmigrantes ya empiezan a
causarles problemas y los quiera deportar buena parte de ellos al resto de los
países europeos, entre ellos el nuestro, que a diferencia de su país, aquí no
tenemos ni trabajo ni dinero para acogerlos, mantenerlos, darles pagas, sanidad
gratis, plazas escolares para su prole, vivienda, etc...¡No andamos sobrados ni
de medios ni de dinero, Sra Merkel!.
Si usted me obliga a acogerlos y mantenerlos,
¿cómo se lo podré explicar a nuestros parados que no tienen ni ayudas ni
trabajo, y a nuestros trabajadores que sólo consiguen contratos temporales,
precarios y mal pagados, y a todos nuestros ciudadanos que han tenido que
sufrir el sacrificio de los recortes por falta de dinero y por lo endeudados
que estamos?.
Porque si usted me obliga a acogerlos y
mantenerlos, ¿quién les dará trabajo?, ¿quién va a querer pagar más impuestos
para mantenerlos?, ¿quién los va a querer tener de vecinos, siendo de culturas
y credos tan extraños?, ¿cuántos españoles de más se van a quedar sin trabajo y
sin ayudas?, ¿cuántos trabajadores de más tendrán que sufrir bajadas de sueldo
al tener un mercado de trabajo tan saturado de tantos y tantos desempleados?.
Aparte de que si una cosa hemos aprendido de todos esos años que hemos recibido
inmigrantes, es que a pesar de nuestros costosísimos planes de integración que
muy caros han salido a todos los contribuyentes, han sido un fracaso total, y
no sólo aquí en España, sino en toda Europa: Francia, Bélgica, Holanda, Dinamarca,
Suecia, etc... Hemos visto que fue un error pensar que venían a pagarnos las
pensiones, cuando en realidad sólo han generado más conflictos sociales y
gastos sin apenas haber aportado nada en cotizaciones e impuestos, y encima se
ha incrementado el paro y extendido en mayor medida el malestar social para
todo el conjunto de la población. Lamentablemente esta es la pura realidad.
Nuestra cultura, nuestro sentido de la libertad
y nuestros valores europeos son muy radicalmente distintos a esos pueblos que
proceden de África y de Oriente medio, y sabemos que no sólo son intolerantes e
incompatibles con nosotros, sino que además nunca se adaptarán, con lo cual no
es bueno que se construyan nuevos centros de culto y se enseñen en las escuelas
unos credos que predican la intolerancia, el odio al que tenga credo contrario,
y a reprimir a las mujeres anulándolas completamente. Si es por guerras, por
conflictos y por otros problemas, lo más lógico sería que esas gentes emigraran
o se desplazaran a pedir asilo a otros
países con credos, culturas y forma de vida más próximos a sus mentalidades,
como pueden ser: Arabia Saudí, Quatar, los Emiratos Árabes, Kuwait, Egipto,Turquía, Irán, la
India, Kazajistán, Argelia, Marruecos, Indonesia, etc...., pero no en Europa, porque la cultura y mentalidad
europeas no casan con las culturas, costumbres y credos de esas gentes que nos
son extrañas. Si vienen aquí sabemos por qué razones: porque nuestras
maravillosas leyes europeas, y especialmente las de su propio germánico país,
les obligan a darles techo, comida, ropa, agua, electricidad, sanidad y
colegios gratis, y hasta un sueldo mensual de más dinero cuanta más prole
traigan o tengan, y todo eso para esa gente es como ir al paraíso donde lo
encuentran todo regalado, y sin necesidad alguna de trabajar. Y aquí en España,
muchísimos españoles no tienen ni siquiera todo esto que usted les regala tan alegremente,
y encima han de soportar el paro y un mercado laboral que ofrece muy escaso y
precario trabajo.
Con lo cual lo siento mucho, tanto por usted
como por toda esa gente que usted de forma tan "solidaria y
humanitaria" acoge, pero primero tienen que ser siempre los intereses de
los españoles, y aquí en España no se va a recibir ni acoger a ninguno. Para
que lo tenga bien claro: aquí en España no van a venir ni lo voy a consentir,
aunque para impedirlo tenga que hacer intervenir a nuestro ejército. Y en todo
caso expulsar los que ya están, que ya bastantes y gravísimos problemas nos
hemos creado con toda esa inmigración descontrolada.
VEAMOS, APARTE, ESTE ILUSTRATIVO VÍDEO QUE NOS MUESTRA LA INUTILIDAD DE LA INMIGRACIÓN HACIA LOS PAÍSES DESARROLLADOS: