martes, 5 de julio de 2011

PRIMERAS MEDIDAS AL LLEGAR A LA MONCLOA




La gravísima situación por la que se encuentra España, precisa una rápida, pero sencilla cura de caballo.

Fundamentalmente pasa por dos cosas: inmediata creación de empleo, y reformas completas que liberalicen por completo los mercados. En cuanto al campo de las libertades, conviene suprimir una gran cantidad de leyes y volver al sentido común, aplicando como decía Aristóteles: “a menos leyes, menos corrupto es un Estado”.

La prioridad principal es que todo aquel que quiera trabajar, pueda tener el máximo de oportunidades y de facilidades para obtener empleo: esto significa por un lado liberalizar totalmente los mercados, sin normas ni intervencionismos, y por el otro suprimir casi en toda su totalidad los impuestos que son los que limitan la productividad y el legítimo beneficio tanto para emprendedores como para trabajadores. Apenas deberían de existir impuestos, pues cada ciudadano se paga sus gastos y sus necesidades, ganado con el esfuerzo de su trabajo.

Eso significa restaurar en nuestra sociedad un sistema liberal en su forma más pura y natural, cosa positiva que por una parte permitiría que todo el mundo trabaje y se arriesgue libremente, y por el llevaría a una sociedad más libre y competitiva en la que los holgazanes, parásitos y demás garrapatas sociales lo tendrían todo más difícil. Esas reformas tienen el defecto de que podrían llevar a que una gran masa social de los más desfavorecidos, sean por una razón u otra, lleguen a marginarse y a excluirse socialmente. Con el objeto de que nadie quede desamparado en sus necesidades mínimas y dignas, sería de sentido común que un presidente haga que todo español, por el simple hecho de serlo, y cualquiera que sea su edad y circunstancia, obtenga una pensión del Estado de unos 600 euros mensuales, compatibles con cualquier trabajo y condición social, que naturalmente podrá renunciar todo el que lo desee, si considera que tiene medios económicos sobrados. Si España estuviera totalmente libre de impuestos, dejando únicamente los que generaran la financiación de esos 600 euros en beneficio de todos los ciudadanos, se calcula que habrían recursos de sobras para ello, con un mínimo de coste, si comparamos con todo lo que se despilfarra inútilmente hoy en día, y que además no va necesariamente en beneficio del propio pueblo español.

Y a partir de aquí todo el mundo interesado podrá trabajar; y si se trabaja, se crea riqueza y cada cual se enriquece según su trabajo y empeño puesto en ello, de modo que así el país prosperará y tirará adelante. Naturalmente que en este país nadie tiene porque regalar nada a nadie, como ocurre ineficazmente por la vía de los impuestos, siendo la única y exclusiva “solidaridad” la pensión universal de los 600 euros para todos que debería de conceder el Estado, y con la cual cada ciudadano cubre sus necesidades mínimas. Es decir, que la pensión cada persona la puede dedicar a gastarla, o para ahorro particular (futura inversión que repercute positivamente para el país),…pero cada ciudadano se paga su escuela, su sanidad, etc.…en un marco de oferta competitiva por parte de las empresas que ofrezcan ese tipo de servicios, lo que puede llevar a mejor calidad, mejor servicio y precio más bajo al mismo tiempo, al existir unos parámetros de libre competencia social de mercado. No haría falta apenas ninguna declaración de la renta: con los 600 euros mensuales que aporta el Estado es suficiente, y por otra parte que cada cual espabile por su lado si quiere tener las muelas arregladas. Con lo que al suprimir los impuestos, para muchos se acabaría el vivir de gorra, y el que quiera algo de más, tendrá que currárselo y sudárselo, porque nadie va a regalar nada a nadie, ni siquiera el propio Estado (excepto los 600 euros que han de garantizar que nadie se quede en la extrema pobreza). Se trata, también, que cualquier ciudadano empiece a trabajar libremente a la edad que quiera, y que se jubile con la misma libertad a la edad que quiera.

De esta manera también, poco a poco podría irse reduciendo la enorme deuda pública del casi Billón de Euros (con “B” de grandísima burrada), debido a que todo el mundo que quiere trabaja, y de este modo genera la riqueza necesaria para reducir esta monstruosa deuda que nos dejarán de herencia los malos gobiernos de los últimos tiempos.

Otro tema es plantearse si tanto inmigrante en nuestro país es un impedimento para que el resto de los españoles encuentren empleo, al mismo tiempo que es un obstáculo para sanear la deuda pública debido a la enorme cantidad de recursos públicos que absorben, sin apenas aportar nada a cambio. ¿Es correcto gobernar a favor de los de afuera como si fueran de nuestra propia casa, cuando en nuestro propio país los afectados por la falta de empleo y de recursos económicos se cuentan ya por varios millones de ciudadanos españoles?. Naturalmente que en mi caso quienes tienen prioridad es todo son siempre los españoles, y los demás que sobran en nuestro país tienen que marcharse, tomando medidas como por ejemplo: penalizar fiscalmente a las empresas que contraten a extranjeros, y suprimiendo el acceso a la sanidad pública, así como a las plazas escolares y demás surtido de subvenciones de todo tipo, con lo que suponen de ahorro al erario público español y al mismo tiempo que la enseñanza, por ejemplo, sea gratuita al 100% para todo español sin tener que pagarse libros, transporte o comedor escolar.

En definitiva, todo esto tiene que cambiar, porque quienes pretenden un costoso “Estado del bienestar” que nos cuesta una carísima e insoportable burrada de impuestos, terminan por crear un corrupto “Estado del malestar” donde por una parte es complicado crear empleo, y por el otro se aprovecha al máximo la cultura de “vivir de gorra” en lo posible, que termina por llevarnos cada vez más a la pobreza y a la ruina. Y en este sentido todo de debe de cambiar en nuestro país, volviendo a la cultura del trabajo, del esfuerzo, de las libertades, y del sentido común,……las únicas virtudes públicas con las que un país prospera y se vive en libertad.