domingo, 24 de octubre de 2010

NUEVA LEY DE HUELGA

Es evidente que cada vez que hay una huelga en nuestro país, muchos ciudadanos ven pisoteados sus derechos y libertades, y eso no puede seguir . Y si fuera poco, con espectáculos como estos damos al exterior una imagen de país anarquico, a merced de las mafias de los sindicatos, soportando el comportamiento de de amenazas, extorsiones e intimidaciones de los mal llamados "piquetes informativos", que provoca fuga de capitales y falta de confianza para atraer inversores, al dar pésima imagen de país no serio ni estable.

No negaré que existe un derecho constitucional a la huelga, pero debe de hacerse de modo pacífico y sin usar la violencia o el vandalismo. Se debe de respetar al máximo el derecho de que quien quiera ir a trabajar, lo pueda hacer libremente, y sin que se tenga que cortar una calle, una carretera, o impedir la entrada a una tienda, fábrica, oficina, escuela, o cualquier puesto de trabajo. Para manifestaciones, se puede hacer como un acto de libre expresión democrátca, pero con un previo permiso a la autoridad municipal competente, en un parque público o por ejemplo, en un deportivo o local polívalente, con el mínimo de molestías al resto de los ciudadanos que desean permanecer ajenos a la huelga.

Cortes de carreteras con elementos inflamables quemando, acumulación de basuras que apestan y propagan enfermedades, corte de calles con contenedores públicos o los mismos piquetes formando barreras, incendio de autobuses o coches sean públicos o privados, rotura de cristales en negocios particulares, llenar e inutilizar con silicona cerraduras, impedir que los padres puedan llevar a sus hijos a la escuela, impedir que los médicos puedan atender las urgencias, que la comida no llegue a los centros especiales de gente necesitada, etc..., son cosas que vulneran los derechos de terceros, que suponen una grave ofensa y una gran sangría economica a los particulares y a las arcas públicas,....que deberían de ser considerados como delitos y ya no deben de tolerarse. Sin olvidar las lesiones provocadas en los enfrentamientos contra policias, los gastos extras de limpieza y de bomberos a cargo del erario público, y los demás graves daños o consecuencias laterales que provoca, como por ejemplo, que las ambulancias no puedan circular, o los servicios de pompas funebres, o cualquier otra cosa de importancia social o particular.

Lo lamentable es que los culpables de todos esos destrozos y amenazas contra el resto de los ciudadanos no han sido castigados, aunque el ministro responsable del orden público Rubalcaba sabe bastante sobre sus autores, con toda la inmoralidad que eso supone para quien ejerce un cargo público responsable de la seguridad de los ciudadanos. Ni nadie habla ni señala sobre el coste de los destrozos y los daños contra terceros, ni tan siquiera los pésimos periodistas de los manipulados medios de comunicación, sean prensa escrita o televisión. Nadie señala de dónde saldrá el dinero de las cotizaciones a favor de los pensionistas que dejan de ingresarse a las arcas de la seguridad social en ese día por culpa de la huelga. Lo que evidencia el grave grado de deterioro y corrupción al que ha llegado la sociedad española al permitir las autoridades esos casos de violación contra las libertades ciudadanas por parte de los organizadores de las huelgas. Por otra parte, ningún sindicato debería de ser subvencionado a costa de las arcas públicas, sino que debería financiarse con las cuotas de los propios afiliados que dicen representar, no a costa de los contribuyentes que no se identifican con ellos para nada.

En consecuencia, se debe de hacer una nueva ley que acabe de una vez para siempre con esos abusos de las huelgas y que garantize plenamente los derechos constitucionales de todos los ciudadanos. Pero es lamentable que algunos partidos de la oposición hablen sobre ello cuando los efectos de la huelga están todavía calientes, pero a los pocos días se olvidan completamente de ello

Ante la inminete visita del Papa dentro de unos días, he querido incorporar en la portada esa foto imaginaria de cómo quedaría su Santidad, si se hubiera topado con los piquetes huelguistas, en plena faena de visita apostólica, como una supuesta muestra de cómo podría quedar bajo la ley de los piquetes, y que en este casi sí escandalizaría al mundo. Es para reflexiona sobre que ningun ciudadano debería de ser lesionado, extorsionado, amenazado, etc..., y ningun ciudadano español es menos que su Santidad, y que nadie, ni tan siquiera el Papa, está por encima de la ley. Pero hasta ahora eso no parece entenderlo en la Moncloa, pero si llego a presidente, no lo consentiré ni mucho menos lo toleraré. El resto de las fotografías encontradas por internet hablan por sí solas.