jueves, 9 de septiembre de 2010

UN PLAN HIDROLOGICO NACIONAL DE URGENCIA


Los últimos años han sido especialmente lluviosos, que nos han dejado los embalses lo suficiente llenos para tener agua temporal por un tiempo, pero ya nadie se acuerda de las preocupantes sequías del 2007-2008, en las que camiones-cisternas tenían que estar repartiendo el agua por algunos pueblos en los que los vecinos tenían que procurarse con garrafas para sus necesidades, como si fuéramos un lugar del tercer mundo atendiendo una pequeña ayuda humanitaria. Aparte de que se tomaron medidas de prohibir lavar el coche, llenar la piscina, y hasta cortar el suministro según qué horas del día,...medidas todas absurdas, porque no conseguían otra cosa que hacer que la gente se llenara sus bañeras, picas, y demás depósitos particulares, provocando todo el efecto contrario de ahorrar agua.Y por si fuera poco, con la medida abusiva de subir el precio del agua, como si fuera más cara que el precio de la botella de Coca-Cola. Y es que se puede vivir sin petróleo o sin gasolina, pero sin agua no se puede vivir,...pero ahora que temporalmente tenemos agua, somos como tontos y nos olvidamos que precisamente ahora es el momento de prevenirmos de una futura sequía.

España tiene muy buenas condiciones geográficas, con un relieve bastante montañoso, que permite la construcción de presas y embalses, y diques en los ríos, donde almacenar los recursos naturales del agua procedente de la lluvia, cosa que con un inteligente y ambicioso plan de obras públicas en ese sentido, nos permitiría hacer de nuestro país un lugar donde el agua pudiera llegar a ser abundante y barata, y para atender no sólo las necesidades de las ciudades, sino las de regardío para la agricultura llegando a ser la mejor huerta de Europa, y las necesidades de doblar o triplicar su consumo que representa cuando nos visitan los millones de visitantes como la potencia turistica a nivel mundial que aspiramos a ser, un sector que por cierto, contribuye mucho a mantener los puestos de trabajo que muy buena falta nos hacen hoy en día.

Aparte de que ese plan de construcción de embalses, diques y depósitos podría venir acompañado de una reforestación de todo el territorio nacional, gracias a una futura red de canales distribuidores de agua, que permitiria que el riego llegara a todas partes sin problemas, haciendo del nuestro un país verde, de aire limpio, el pulmón de Europa, si cabe. La construcción de todas esas presas no sólo almacenaria y procuraria agua abundante, sino que además generaría electricidad infinita y sobrante por todas partes, que abarataría considerablemente el actual coste de la factura de la luz, teniendo en cuenta, además, que en previsión de un agotamiento de los hidrocarburos a medio plazo, la nueva energía sería esencialmente electrica, con coches que por ejemplo, funcionarían con batería recargable, que haría necesario que no sólo en las casas, sino en los lugares públicos, disponer de abundantes enchufes donde recargar esas necesidades de transporte, que además serían más limpias y respetables con el medio ambiente.

Naturalmente que para llevarlo a cabo se encontrarán con las típicas indecisiones, paralizaciones, oposiciones o contenciosos judiciales entre los municipios o particulares por la propiedad del lugar donde sería ideal construir las presas, por lo que habrá que estudiar en profundidad el caso y elaborar una ley de urgencia que haga posible agilizar lo más rápido posible su construcción y hacer las indemnizaciones justas a los particulares afectados y los embargos de las parcelas si es necesario, a nombre del bien comunitario. Se construye y se despilfarra, por ejemplo, en bonitas carreteras que pasan por lugares casi deserticos y que nadie aprovecha de circular por ahí, pero con el tema de las necesidades de agua no se puede ni jugar ni bromear, sobretodo cuando ya hemos vivido por un arriesgado período de sequía, y por otras peores sequías que han de venir, y en las que se comprueba que a la hora de la verdad, nadie es solidario de nadie porque cada región, provincia o comarca considera que con todas sus razones nunca le sobra el agua, especialmente en los períodos de sequía; por lo que lo mejor es prevenir, y más ahora que todavía tenemos agua con la que hacer los miles de centímetros cúbicos de hormigón que requerirán la construcción de todas esas presas. Teniendo en cuenta, además, que esas medidas van a tener efectos positivos en absorver una muy buena parte de los actuales parados procedentes del ramo de la construcción, haciendo posible muchísimos puestos de trabajo que muy buena falta hacen hoy en día.