Hoy la agencia de noticias EFE comunicaba que los extranjeros residentes en España suponen el 12,3 por ciento, casi el doble que en la UE, aunque sin especificar el porcentaje de los ilegales, que de contarlos, casi podríamos decir con acierto de que en España, de cada tres habitantes, uno no es legítimamente español.
Aparte de que no se dice qué porcentaje de esos extranjeros en activo aportan a las arcas españolas, aunque se supone que tan sólo el 15% aproximadamente. Pero de todos los ingresos que estos extranjeros perciben o reciben en forma de dinero, sean subvenciones, salarios, ayudas, ingresos en sus comercios,... todo va a parar a sus países de origen, con lo que aquí no nos aportan absolutamente nada desde el punto de vista económico, sino que más bien se aprovechan y se llevan lo que consiguen de los impuestos que pagan el resto de los españoles, dejando a nuestro país más empobrecido. ¿Y eso cómo?. Pues estadísticamente está calculado que de momento los extranjeros se llevan el equivalente a casi el 30% de lo que aportan los españoles (médicos, escuelas, ...), y en forma de subvenciones, ayudas, etc...se llevan aproximadamente el 35% o más de las partidas presupuestarias para esos "gastos sociales", y con clara tendencia a ir subiendo. Evidentemente ante un panorama así, donde las matemáticas presupuestarias cuadran de modo tan injusto y escandaloso, algo va mal aquí, pero los vendepatrias de los políticos, tanto del PSOE, como del PP, CiU, PNV, o Esquerra , como por la prensa y televisión manipulados, no les interesa dar a conocer esas cifras , y por algunos oscuros intereses no les interesa hablar claro y alto.Ante este panorama, ¿nadie se siente tonto?, ¿nadie nota la tomadura del pelo con la que están pagando impuestos y cotizaciones?
Todo eso se tiene que acabar, priorizando las ayudas para los españoles, que son los que de verdad cotizan y pagan toda la variedad de exasperantes impuestos y que son los que legítimamente las merecen primero; y penalizando duramente a la inmigración doblado o triplicando los impuestos a las empresas que contraten extranjeros en vez de a españoles, ya que es inamisible e inmoral que tengamos casi igual número de parados, como inmigrantes, que indirectamente también son causa de esos escandalosos niveles de paro en nuestro país. Ahorrando los gastos de prisión, deportando a sus lugares de origen a los delincuentes extranjeros, y procurado siempre, por ejemplo, que las plazas escolares o de guarderías son primero para los españoles, o las listas de espera de la sanidad pública.
Sé que muchos políticos son tan hipócritas que no quieren hablar de esas verdades, por temor a que se les tachen de racistas o xenófobos, pero deberían de aprender del presidente francés Nicolás Sarkozy, un hombre que sabe mostrar lo suficientes cojones, como para por lo menos procurar por sus compatriotas y el bien de su propio país, antes que entregárselo a los extranjeros, aunque de modo tímidamente de momento, pero que se espera que poco a poco se irá tomando su ejemplo, cuando todos empiecen a darse cuenta de la magnitud del problema en el que nos han metido.
