Las encuestas dicen que más o menos repetirán,
"sorpassos" (adelantamientos, del italiano) aparte, los mismos
resultados que las pasadas elecciones, y como en el país de las envidias nadie
cede ni se pone de acuerdos, es muy posible que se repita lo mismo: no habrá
pactos y habrá que repetir unas terceras elecciones en lo que va de año, con
todo lo negativo que supone de incertidumbre económica e ingobernabilidad. O
bien habrá pactos de gobiernos débiles que van a durar poco, y las elecciones
anticipadas será algo muy probable que se convoquen de nuevo.
Y aunque ninguno de los cuatro o cinco grandes partidos ha
hablado de ello en toda la campaña electoral, todos van a ir a por más o menos
lo mismo: favorecer a la inmigración subvencionándola en todos los sentidos
(muchísimo más que no ayudar a los propios autóctonos en apuros) y facilitar la
pérdida de la identidad nacional de los propios españoles, en aras del discurso
pro-globalización que busca llevar a una sociedad desnaturalizada con fuertes
conglomerados multiculturales en la que se mezclan etnias, religiones,
procedencias de distintas nacionalidades, etc... En consecuencia, la inmensa
mayoría de los españoles votarán por partidos con los que ni siquiera se
sienten representados.
El problema ya no es el paro, la deuda publica, los
impuestos, la inseguridad o la incertidumbre (que sin duda alguna son
gravísimos y reclaman rápidas y audaces soluciones), sino que tanto la
población española como el resto de la europea, poco a poco la población autóctona
está siendo sustituida por otra de origen no español, o no europeo en el resto
de Europa. Con lo cual en España falta la presencia y representación política
de los grupos identitarios agrupados en un solo ente político (hace poco que
nació RESPETO con la unión de los partidos Partido por la Libertad, España 2000
y Plataforma per Catalunya, de la cual es posible que la veamos comparecer en
unas próximas elecciones). Porque eso es lo que nos falta en España: un partido
identitario que priorice primero los intereses de los españoles frente a la
invasión inmigrante y la peligrosa islamización que se está extendiendo por
todo nuestro país, al mismo tiempo que procure medidas contra el desempleo, la
corrupción, los impuestos, la degradación sanitaria y educativa, las garantías
de las pensiones, y demás recortes de libertades.
Ante ese problema de la multiplicación de la
multiculturalidad y la pérdida de identidad de las naciones, muchos países de
Europa ya están reaccionando y ya obtienen importante cantidad de votos para
obtener representación y poder lanzar el grito del peligro en el que la
invasión inmigrante y el multiculturalismo supone y al que hay que poner coto
para preservar la propia supervivencia nacional. De hecho, en Francia, el
Frente Nacional que lidera Marine Le Pen, según las encuestas sería el partido
más votado, y es posible que en el próximo año Francia tenga una presidente
anti-inmigración y pro derechos prioritarios de los franceses. Esto, junto con
lo del Brexit inglés de ayer (que en realidad, buena parte de ello fue un
referendum anti-inmigración), es lo que va marcando tendencia por toda Europa:
la gente empieza a tomar conciencia de que convertirse en un país que pierde su
propia identidad, tradiciones y valores nacionales, para poco a poco ser
sustituidos por una población cada vez mayor de no nacionales y formando un
conglomerado de diversas multiculturalidades, no tiene ningún futuro, porque
todo acabaría convirtiéndose en una especie de Torre de Babel, en la cual todos
andarán confundidos y en la incertidumbre permanente, aparte de todos los
inevitables conflictos que acarrean y conllevan. Este es por tanto, el
verdadero problema político por el que hay que votar o a favor o en contra.
Ya ayer mismo Mariano Rajoy, para calmar los ánimos de los
mercados, por la salida de Inglaterra de la Unión Europea ( Brexit), dijo que
tenemos una economía sólida capaz de aguantar ese tipo de embestida y que
España está mejor que hace cuatro años, pero la triste realidad es que en
cualquier ciudad o pueblo de España sólo vemos negocios cerrados, deteriorados
y abandonados por todas las calles; pisos y viviendas sin vender y abandonadas;
zonas industriales con cantidad de empresas abandonadas y en visible deterioro,
mendigos pidiendo limosna por las calles (especialmente de la tercera edad);
los empleos son difíciles de conseguir, precarios y muy mal pagados, y todos
conocemos a alguien que lleva en desempleo mucho tiempo o que cerró su negocio;
y las calles de todo el país llenándose con gentes que muchas veces parecen
indicar que vivimos en una ciudad africana más que no en una ciudad europea.
Así que los que seáis electores de la provincia de Gerona y
no sabéis por quién votar y queréis mi consejo y recomendación, os animo que lo
hagáis por Plataforma per Catalunya, que por lo menos es un partido identitario
que primero mirará por los intereses de la gente de casa, y por esa razón es
importante que le demostremos apoyo y que logre sacar cuantos más votos mejor,
porque ese será el futuro: la lucha por preservar la identidad nacional, y lo
que será tendencia en la medida que los problemas que sufren autóctonos vayan
agravándose cada vez más, y que ya es la tendencia que está marcando el resto
de Europa en un intento de preservar su propia supervivencia.
Y es que hoy por hoy, el voto útil es el voto identitario,
ya que todos los demás, directa o indirecta, por la activa o por la pasiva, van
en contra de los intereses de los propios españoles, de sus hijos y nietos, y
del propio país.
¡Feliz jornada de reflexión y feliz jornada electoral para
mañana!.
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MARINE LE PEN, LÍDER DEL FRENTE NACIONAL FRANCÉS |
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Y LLEGÓ EL DÍA DE LAS ELECCIONES GENERALES, EL 26 DE JUNIO DE 2016:
Cumpliendo con mi derecho y deber ciudadano, acudo a votar: