Siempre hemos oído decir que en España por robar una
gallina, si te pillan, te meten un tiempo en la jaula, pero por robar millones
al Estado (donde "lo que es de todos, no es de nadie", según
expresión de cierta conocida ministra socialista de Zapatero, una tal Carmen
Calvo, si mal no recuerdo), pues aparentemente no ocurre nada como todos hemos
podido ver, pues están tan complementados la política con lo judicial, que son
verdaderos cómplices para cubrirse y taparse los unos a los otros. Hay cientos
de casos de corrupción en los juzgados, pero en la cárcel apenas tenemos alguna
famosa cantante folklórica, o algún ex presidente de algunas islas españolas
del Mediterráneo, o algún ex tesorero de algún partido que repartía sobres con
primas de dinero a los más destacados compañeros del partido,..y apenas poca
cosa más.
Y es que hablar de corrupción, no es otra cosa que hablar de
robos, aunque sencillamente sean robos encubiertos, dejando aparte aquello de
quien roba a un ladrón, merece cien años de perdón. Y lo digo porque sin temor
a equivocarme, me atrevería a decir que el mayor ladrón que tenemos en España
es el Estado, a través de sus innumerables tributos, tasas, multas, etc.., con
los que se alimenta ese monstruo insaciable de codicia recaudatoria cada vez
más y más voraz a costa de los esquilmados y expoliados ciudadanos. Tal es la
voracidad y el robo del Estado contra los propios ciudadanos, que todos los que
pueden tratan de hacer supuestas dobles contabilidades y ocultar buena parte de
sus dineros en paraísos fiscales. El reciente caso de la lista Falciani es tan sólo
un referente con muchísimos miles de evasores fiscales que escondían su dinero
en Suiza (donde rige una ley de secreto bancario que protege a los evasores de
cualquier rincón del mundo) a través del famoso banco británico HBSC, un banco
cuyo principal razón de su prestigio es que nunca hace preguntas indiscretas
sobre la procedencia del dinero, y es por tanto el modelo de banco ideal para
los "ladrones" o "evasores", calificados según cómo los
mire cada uno. Y sí en esa famosa lista se descubrió que habían políticos,
banqueros, médicos, deportistas, artistas, empresarios, etc..., ¿qué no iban a
tener en el resto de los paraísos
fiscales más destacados como Las Islas Caymán, Mónaco, o Singapur, entre otros,
y en donde allí rige el secreto bancario y la opacidad total?. Es curioso que
los mismos que predican contra la existencia de paraísos fiscales, son los
mismos que tienen escondidos allí buena parte de sus dineros, para tenerlos a
salvos de la voracidad confiscatoria de Hacienda. Igual si los funcionarios
tienen buenas pagas vitalicias y demás privilegios, mientras millones de
españoles tiene empleo precario, incierto o inseguro, o están en desempleo; o
si los inmigrantes reciben todo tipo de ayudas, sea con pagas, el
agua-gas-internet-electricidad pagados, becas,....y todo eso se niega al resto
de los españoles que pasan peores apuros pero que ya han pagado muchos
impuestos y cotizaciones, igual el Estado (y en su lugar los políticos que le
dan su forma) nos están robando a los españoles. No es de extrañar que el
Estado es el peor ladrón que han de suportar los ciudadanos, aunque los
políticos en general no quieran reconocerlo.
Es evidente de que si no existiera esa enorme presión fiscal
del Estado sobre los ciudadanos, no existiría evasión fiscal, y los dineros se
quedarían en el país, con todo lo que representa de bueno que circule y mueva
la economía, sea productiva o de servicios, que es la que genera los puestos de
trabajo y la riqueza. Y la corrupción apenas sería patente. ¿Cuándo nos daremos
cuenta que lo mejor sería hacer que las cosas fueran así?
¿Alguien ha pensado o propuesto para España, alguna vez, que
si se redujera las numerosas administraciones y poderes públicos que
mantenemos: más de 8000 Ayuntamientos, Diputaciones, Cabildos, Comunidades
Autónomas, Estado Central, Entes Públicos, etc.... se podría reducir un montón
la asfixiante presión fiscal existente?. Y de este modo se reduciría un montón
los impuestos, no habrían tantos evasores o defraudadores fiscales, y tanto
políticos como funcionarios no estarían tan tentados en meter la mano en la
caja del dinero público (que al ser de todos, aparentemente no es de nadie, y
por es como si no se lo robases a nadie).
Cuando el dinero público se ingresa a espuertas, gracias a
todo tipo de tasas, impuestos y multas
que generan la variedad de administraciones públicas, y con ello la norma
habitual es el despilfarro continuado y constante del "dinero que es de
todos, no es de nadie", es lógico que por todas partes pululen los
ladrones, que son ese tipo de cacos más parecidos a esos que llaman de
"guante blanco", que no esos más conocidos ladrones que vemos en las
películas, que entran por la fuerza o furtivamente en las casas, atracan
bancos, comercios, o fábricas, o que se llevan los tomates de tu huerta, o
sencillamente que te asaltan por la calle y se llevan tu bicicleta, o tu
smartphone, o se apropian de tu cartera bajo amenazas del tipo "la bolsa o
la vida". Y tampoco son ese tipo de ladrones al estilo "asalto al
tren de Glaslow", o "Ocean Eleven", ladrones divertidos y hasta
simpáticos que vemos en las películas.
Ahora lo que pululan en España son una más destacada especie
de ladrones que no son nada violentos, que actúan en silencio, van bien
vestidos, se organizan como mafias, y aparentemente se conocen bien la ley y la
trampa, y tienen mucha influencia en la esfera pública y política. Son esa
nueva y emergente raza de ladrones que hemos ido descubriendo en los últimos
años, y que generalmente pertenecen al mundo de la política, la función
pública, los sindicatos y patronales, y hasta en entidades o ONG's que viven de
las subvenciones públicas pero que ejecutan tejemanejes para robar todo el
dinero público que sea posible.
Podemos hablar de aquellos ladrones que utilizan sin control
ni responsabilidad aparentemente reconocida unas tarjetas de crédito para pagar
a fondo perdido sus caprichos, como es el caso de Caja Madrid (la actual
Bankia). Aquellos que cobran las famosas comisiones del 3, 4, 5 y hasta a veces
más del 10% de comisiones por cada uno de los contratos públicos que favorecen
a la empresa de turno (de ello se habló de pasada incluso en el parlamento
catalán). Los que se apropian de manera fraudulenta el dinero destinado a
ayudas para diversas entidades (como las de minusválidos) o para pagar subvenciones como los cursos para
parados, como se ha visto que han hecho algunos destacados sindicatos y
patronales. Los que se han aprovechado engañosamente del dinero para
subvencionar los ERES en las empresas con dificultades, en especial en
Andalucía. Los políticos y funcionarios que han gestionado mal los recursos
públicos haciendo infraestructuras inflando en todo lo posible su presupuesto,
y muchas veces que al final no han servido para nada, como los aeropuertos sin
aviones, las carreteras que apenas circulan coches, las nuevas vías del AVE que
apenas no tienen ni pasajeros, las ferias y pabellones deportivos que casi nadie
utiliza, etc... También podríamos hablar de los directivos politizados que han
saqueado las diversas cajas de ahorros, con sueldos y prebendas tan exageradas
y para unos resultados tan ruinosos en favor de las propias cajas, que al final
se han tenido que rescatar con el dinero público de todos. Etc...
Casos ERE's. Gürtel, Palau de la Música catalana, etc....
son muchos de los casos que no dan abasto jueces como Ruz, Alaya, Elpidio, o
hasta Castro (ese último ya yendo de largo llevando un caso que salpica incluso
un yerno o cuñado de Rey y hasta una infanta de España).
No digo que no haya que llegar en cada uno de los casos
hasta las últimas consecuencias, metiéndoles el tiempo correspondiente en la
cárcel, y obligándoles a devolver todo lo robado y de más como multas. Pero
habría que acabar ya con la corrupción, que tanto se ha institucionalizado e
incluso ha echado hondas raíces en la sociedad española, donde todo el mundo
defrauda lo que puede, lleva contabilidad "B", evade capitales hacia
los paraísos fiscales para ponerlos a salvo de las garras de Hacienda, y
haciendo honor a la fama de ser el país de la picaresca, porque si en algo
destaca la "Marca España" es en que es el paraíso de la corrupción y
la picaresca, donde cualquiera que tenga algún tipo de vínculo con la Cosa
Pública, tiene las oportunidades para robar a manos llenas.
La solución pasaría por el adelgazamiento al máximo del
estado mastodóntico que soportamos, y con la bajada al máximo de los impuestos,
fomentando la mentalidad de que cada uno ha de trabajar, ahorrar y pagarse lo
suyo, y no esperar que el Estado lo subvencione todo. Porque cuando más vacía
esté la Caja Pública, menos ladrones pueden meter la mano y pulular alrededor
de ella, igual como la mierda fresca inevitablemente atrae a las moscas.
Y naturalmente que hay que cambiar las penas del Código
Civil y Penal, que como todos hemos visto, para nada ha acabado con la
corrupción: quien roba una gallina, o una bicicleta, de acuerdo que debe de
estar un tiempo en la jaula. Pero quien robe al Estado (que nos roba a todos,
ya que es el dinero de los contribuyentes), pues mayor pena, castigo y fórmulas
que le obliguen a devolver todo lo robado.
Si no nos lo tomamos en serio, seguiremos teniendo chorizos
cada vez más sofisticados (y no me refiero precisamente a los que venden en la charcutería).
Pero como políticos, funcionarios y
miembros de la judicatura son tan beneficiarios del actual modelo de Estado
corrupto, que tanto facilita el robo y la hipocresía política, dudo mucho que
quieran cambiarlo y hacer una España más honrada. Y así nos va.