Hoy con los Reyes, se han terminado las pascuas, y ya volvemos a la cruda realidad. Por si no lo habéis entendido, el “laisser faire, laisser paser” (dejar hacer, dejar pasar), es el lema del principio liberal, y es que la libertad del ser humano debería de ser el valor que ha de estar por encima de todo, pues nacemos y vivimos para ser libres, no esclavos de imposiciones ajenas. Y el actual presidente Mariano Rajoy, con gran decepción para su electorado, no parece que irá a aplicar ese principio liberal para sacar a España de la inmensa crisis y pobreza en la que está sumida. Para empezar, ha hecho una continuación de la errónea política que le era más propia en un socialista como Zapatero: ir subiendo progresivamente los impuestos, y encima recompensándole a Zapatero, y a todo su último gabinete de Gobierno, el collar de la Orden de Isabel la Católica, por su mala faena de dejar a España endeudada, en la ruina, y con millones de parados y de nuevos pobres. Todo un insulto a la inteligencia de los españoles. Traicionando los principios liberales-conservadores que parecía representar su partido, el PP, ha pasado a ser lo más parecido a una especie de socialismo de derechas. Aparte se ha rodeado de ministros mediocres que poco pueden aportar para salir de la crisis, con una supervicepresidencia con amplios poderes en la persona de una tal Soraya Saénz de Santamaria, una especie de niña pija que recuerda cierta ingenua, torpe y mareante Mafalda de cuento aburrido. O sea, la táctica propia de los presidentes mediocres: formar un gabinete de gente aún más mediocre, que no le haga sombra, para un presidente que ya se mostró como un incapaz y pésimo líder de la oposición. La cual cuestión no pide otra cosa de que se reivindique una muy necesaria nueva ley electoral de listas abiertas, donde lo mejor de la sociedad española pueda poner en sus puestos clave de representación a las personas más preparadas, honestas y eficaces que pueda aportar la sociedad civil española, porque los actuales cuadros políticos que tenemos, sean de un partido u otro, se han mostrado como unos perfectos incompetentes que no saben hacer otra cosa que despilfarrar, hacer malas leyes, e ir siempre aumentando progresivamente los impuestos. Y un país con excesivos impuestos, no es un país libre,....de ahí la necesidad de apelar a los valores del liberalismo y del espíritu de la iniciativa emprendedora para poder crear puestos de trabajo y salir de la crisis.
Hace unos pocos siglos, antes del nacimiento de Cristo, el filósofo griego Aristóteles, que fue el maestro de Alejandro Magno, decía que el país perfecto era aquel en el que todos encontraban justicia, tenían trabajo y comodidades, y a consecuencia de ello sus ciudadanos podían vivir más o menos felices. Y no me digáis que en aquellos tiempos habían esclavos y no eran libres, porque por lo menos los esclavos tenían amos, que les daban trabajo, alimento y cobijo; mientras que los “esclavos” actuales, en especial los parados y los pobres, no sólo no tienen amo que les de amparo y protección, si no que más o menos tampoco tienen ni trabajo, ni cobijo, ni apenas comida tirada en los contenedores,...estando casi en una situación de mayor desamparo que cualquier esclavo de la antigüedad. Yo diría que más o menos que lo que decía el conocido sabio Aristóteles es lo que buena nos falta ahora en España.
Hace unos pocos siglos, antes del nacimiento de Cristo, el filósofo griego Aristóteles, que fue el maestro de Alejandro Magno, decía que el país perfecto era aquel en el que todos encontraban justicia, tenían trabajo y comodidades, y a consecuencia de ello sus ciudadanos podían vivir más o menos felices. Y no me digáis que en aquellos tiempos habían esclavos y no eran libres, porque por lo menos los esclavos tenían amos, que les daban trabajo, alimento y cobijo; mientras que los “esclavos” actuales, en especial los parados y los pobres, no sólo no tienen amo que les de amparo y protección, si no que más o menos tampoco tienen ni trabajo, ni cobijo, ni apenas comida tirada en los contenedores,...estando casi en una situación de mayor desamparo que cualquier esclavo de la antigüedad. Yo diría que más o menos que lo que decía el conocido sabio Aristóteles es lo que buena nos falta ahora en España.
Pero la solución no pasa por seguir apretando la tuerca de los impuestos sobre un país cada vez más empobrecido a consecuencia de la equivocada política de sus dirigentes, sino en tomar todas las medidas que sean necesarias para fomentar el trabajo y crear la riqueza (o sea, el dinero) que se necesita para pagar la enorme deuda pública causada a consecuencia de las equivocadas políticas anteriores, además de que esta es la manera de que se genere dinero para ahorro y posterior inversión. Subiendo impuestos, puede que tapone temporalmente la sangría del déficit, pero al mismo tiempo crea aún más pobreza y más paro. En consecuencia, creo que la política acertada sería dar una moratoria temporal soportando la deuda, y tomar todas las medidas que apoyen a los emprendedores y a la creación de los puestos de trabajo tan necesarios (principal promesa electoral de Don Mariano, y por ahora olvidada, porque si no que se explique cómo piensa hacer posible la creación de puestos de trabajo, ya que eso no casa con su subida de impuestos). Creo que se hace más necesario que nunca el principio liberal del saber hacer, saber pasar,...es decir, consentir todo ello: sin impuestos, sin normativas ni trabas laborales que pongan palos de ruedas a todo tipo de iniciativas particulares encaminadas a hacer mover los negocios e inversiones, y con ello a crear puestos de trabajo, dentro de un marco en la que se reconozca el derecho a la recompensa a todo aquel que se arriesga en cualquier forma de negocio o creación de puestos de trabajo.
Se necesita urgentemente (y por si le vale al presidente Rajoy):
- Primero de todo garantizar públicamente la salud de los ciudadanos, pero penalizando todo cuando supone un abuso innecesario de los servicios de la sanidad publica, aplicando para eso copagos según qué prestaciones sanitarias y liberalizando buena parte del servicio de salud, para que en un marco de libre competencia, pueda ofrecer la mejor calidad y servicio para aquellas cosas que pueden ser pagadas por los propios ciudadanos, y que no son de necesidad imperiosa para el usuario.
-Liberalizar completamente el sistema de enseñanza, con dar a los padres el cheque escolar para que puedan llevar libremente a sus hijos a la escuela que quieran, en un marco de libre competencia escolar en el cual, para poder captar alumnos, las escuelas deberán de ofrecer mejor calidad educativa, expulsando a los docentes incompetentes, y estimulando a los existentes a dar mejores clases, haciendo con eso unos futuros ciudadanos más preparados y con menos secuelas del famoso fracaso escolar que dejan las escuelas públicas donde las llevan maestros-funcionarios poco motivados para formar y educar de verdad. Algo parecido a cómo funcionan las autoescuelas o las academias privadas, dentro de una libre competencia para ofrecer el mejor servicio educativo, al mejor precio, sacando el dinero del cheque escolar que el Estado debería de entregar a cada padre de alumno o estudiante.
- Mientras dure la crisis económica y la falta de empleo, garantizar el subsidio de paro a toda persona que se haya quedado sin trabajo, por un tiempo indefinido, y sustituir la famosa ayuda de los 426 euros, por el equivalente al salario mínimo, ya que no se sale adelante con tan poco dinero de la caridad pública. No obstante, cuando se vuelva técnicamente al pleno empleo, se deberá de revisar ese derecho para no hacer de él una especie de “cultura de vivir del subsidio de paro” y un abuso de la solidaridad del resto de los españoles que trabajan.
- Abolir todas las leyes y normativas que impiden crear puestos de trabajo, y estimular todo tipo de inversiones creadoras de puestos de trabajo, tanto nacionales como extranjeras. Nueva ley de huelga que frene los abusos de los sindicatos corporativos, piquetes y penalice duramente los daños colaterales contra los derechos constitucionales de terceros derivados de esas huelgas irresponsables.
- Es muy necesaria una nueva ley de hipotecas y préstamos responsables, en la que una hipoteca no dure más de 15 años (con lo que se evita que se repita la especulación y con ello el exagerado encarecimiento de la vivienda que hemos vivido en los últimos años), y que haga de nuevo que el sector de la construcción vuelva a ser uno de los sectores de mayor dinamismo económico. Y para evitar que la gente vuelva a endeudarse inconscientemente de por vida.
- Atención prioritaria para que los jóvenes puedan encontrar su primer empleo, que aprovechen su formación, que puedan tener un marco adecuado con el que aplicar su espíritu emprendedor en poder hacer realidad sus sueños, proyectos e ilusiones. Que desde muy jóvenes pueda ser posible la realización de lo que a copia del americano, llamaría “el sueño español”, sin que malas leyes y normativas, así como injustos impuestos, sean un impedimento para hacer posible esta realidad emprendedora entre nuestros jóvenes, que necesitan oportunidades de independizarse, ser útiles y poder valerse por sí mismos
- Para nuestros jubilados, debe de hacerse una garantía de ahorro público, para que haya seguridad en sus pensiones y poder cobrarlas en una cantidad digna. La misma ayuda y solidaridad pública para las personas más necesitadas: minusválidos, y ancianos altamente dependientes. Pero esto sólo puede ser seguro, si se garantiza que el resto de la sociedad pueda trabajar libremente y puede tener oportunidades de trabajo y de negocios decentes, sin los atropellos de las absurdas e injustas normativas e impuestos.
- El paro y el enorme déficit público se resolvería en gran parte, si se obligara a los millones de inmigrantes que nos quitan los puestos de trabajo y absorben toda clase de costes o subvenciones sociales de España, a volver a sus países, quedando el escaso empleo que tenemos en España para los españoles, más legitimados con ello. Aparte es un buen momento para tomar medidas que hagan volver a sus países de origen a aquellas culturas y religiones intolerantes que reprimen las libertades y la dignidad de las mujeres, y que cada vez se están extendiéndose más por nuestro país llegando a ser una seria preocupación y un grave peligro social a medio y largo plazo.
- Y por último, habría que sacar adelante una nueva ley de transparencia y honradez en la gestión pública, que exija responsabilidades y devolución del dinero a todos aquellos políticos que despilfarraron en inútiles obras faraónicas, en prebendas, concesiones, permisos, subvenciones de cualquier manera, etc....., que equivalen a muchos miles de millones de euros ya pagados en impuestos, que bien nos vendría que los devolvieran para desinflar nuestro déficit público. Con lo cual me atrevería a decir que se mirara el ejemplo islandés, en el que se ha procesado y pedido responsabilidades a los políticos que abusaron de sus cargos, llevando al país a la ruina.
En resumen, le diría a Don Mariano, que la solución a los problemas de España no es subir más los impuestos, sino en fomentar el empleo y estimular la economía, porque como decía cierto presidente norteamericano (Bill Clintón, que durante su mandato dejó su país en los mayores niveles de prosperidad): en política, lo importante “es la economía, estúpido”.