Parece que en los últimos días un vendaval de inquisidores
sacude a España, pretendiendo cargarse lo que queda de la poca libertad de
expresión que aún había en las redes sociales.
Una de las personas más instruidas, inteligentes y civilizadas que se conocen, y defensor del
sagrado valor de la libertad , el francés François
Marie Arouet, Voltaire decía: "No
comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a
decirlo".
Ya desde en Antiguo Senado romano, con una democracia que
elegían cónsules a dúo, tribunos de la plebe, y demás magistrados (pretores,
ediles, censores, cuestores, etc...), y todos para un mandato limitado de un
año, el insulto y la calumnia entre sí estaba al orden del día. En el Senado
todos se insultaban y descalificaban a grito pelado, que muchas veces las
distintas facciones senatoriales llegaban a las manos con violentas agresiones,
y los lictores del cónsul de turno o a instancias del príncipe del Senado
tenían que separar. Ese era el estilo
romano de la discusión política y sin ningún tipo de censuras, que tenía en tan
alto valor la libertad y el control de los distintos poderes, y de lo que hizo
una civilización muy avanzada en todos los sentidos: en urbanismo, en tecnología
militar, en arte, en leyes, etc... Lo que indica que en cuanto más elevado es
el grado de civilización, más existe la libertad de expresión y menos se
consiente la censura. Se basa, pues en la intolerancia cero, contra todo tipo
de censura o la propia intolerancia. Da igual las descalificaciones, los
insultos, las calumnias, las críticas destructivas, y que todo el mundo diga lo
que le apetezca decir y le salga de las tripas. Y esto es porque esa es la
única manera de enterarnos de todo, de saber exactamente lo que piensa la
gente, ya que sólo así nos aporta la materia para reflexionar. Hay que recordar
que una frase escrita o una frase pronunciada no es necesariamente una bala o
una agresión física, y por tanto es innecesario que sea algo punible, que por
otra parte, siempre queda la libre opción de replicar. Cada palabra pertenece a
quien la dice, sin ir más allá, y todos tienen su libertad y su derecho a decir
lo que quieran, a pesar de cualquier diferencia. Otra cosa es un asesinato o
una agresión física, que eso sí entra en el terreno de lo discutible y lo
intolerable, por tanto la libertad de expresión nunca puede ser considerada
como un delito, aunque muchos lo pretendan.
El ejercicio de la libre opinión es algo muy bueno y
positivo, sea por las buenas o por las malas, y nadie tendría que hacer como
los antiguos inquisidores de poner trabas, censuras, y finalmente persecución y
el definitivo amordazamiento de algo tan sagrado como es la libertad de
expresión, un derecho consagrado en la Constitución, que luego terceros
violentan ese derecho apelando a otros supuestos derechos constitucionales que
crean unos absurdos contrastes, y con lo que lamentablemente en España no
tenemos 100% libertad de expresión, porque el porcentaje restante hay quienes lo
manipulan a sus conveniencias e intereses. Y así un país sin completa libertad
de expresión, acaba por convertirse en un país con ciudadanos aborregados que
no pueden opinar como Dios manda.
Ahora en los últimos días en España hemos asistido a una lamentable
"caza de brujas" por parte del gobierno, y a través de ese gobierno
instando a la policía y la fiscalía para perseguir toda esa libertad de
expresión que existe en la red, y que nos lleva a un peligroso estado
dictatorial a capricho del poderoso de turno que persigue y controla a sus
conveniencias la opinión pública.
Por ejemplo, cuando se habla de xenofobia, de incitar al
odio racista, de atacar a religiones, por citar tres ejemplos, existe una
censura expresa ...pero cuando se trata de crear problemas a un ciudadano
blanco o a un español, nadie dice nada de "xenofobia o racismo". Y
por citar otro lamentable ejemplo, cuando se trata de incitar al odio a la
madre patria española, nadie de entre los inquisidores actuales dice nada de
censurarlo ni se escandaliza,...sólo cuando se trata de algo que consideren
ofensivo para los inmigrantes, con lo cual unos están protegidos y de otros se
ríen expresamente, y eso es algo que inevitablemente la gente (que no es tonta)
lo nota mucho. Cuando, por ejemplo, asesinan a una política que tenía más de
una docena de sueldos a costa de los contribuyentes, no dejan que cada cual
opine lo que quiera. Un absurdo. Para
quien se sienta insultado de algo, le vale el viejo refrán español de "a
palabras necias, oídos sordos", pero no podemos convertirnos en un estado
inquisidor que protege solo unas supuestas "verdades" y censura o
persigue a otras, que no nos llevaría a otra cosa que a las sociedades
secretas, como quienes se comunicaban en estilo "código da Vinci",
para escapar a la persecución, censura y represión de la Inquisición o del
poder de turno.
Aunque el artículo 20 de la Constitución recoge el derecho a
la plena libertad de expresión, lo malo es que unos párrafos más abajo de esta
ley a la vez impone medios de censura que cada cual también interpreta a su
propio capricho. En realidad se trata o libertad de expresión en su estado
puro, o censura que lo entorpece todo y limita ese derecho. Nadie puede opinar
bien ni informase bien cuando existe algún tipo de censura. Por otro lado, si
podemos apelar al sentido común, nadie está invitado a leer ningún comentario
de facebook, o de twiter, de la prensa
digital, o de algún blog, si no es de su gusto, como nadie debería prohibir los
toros (que muchos lo consideran como cultura o folkore español) , o el fútbol,
por citar un par de ejemplos, ya que simplemente a quien no le guste, que no
vaya a verlo, pero no se pueden poner ni censuras ni prohibiciones que
amordacen la libertad de expresión y las libertades individuales de cada uno.
Mucha gente sabe que la televisión y la prensa en general,
suelen ser manipuladas y no dicen las cosas como son en realidad. Si os fijáis
en los principales medios de información digitales, lo interesante no son las
noticias en sí, sino todos los encadenamientos en time-line de los comentarios
que aportan los lectores, con opiniones para todos los gustos y de todos los
colores. Cuando, por ejemplo, se tocan temas como el paro, la inmigración, la
corrupción, la judicatura,...son temas en que al final lo único interesante más
que la propia noticia o artículo en si, son los comentarios de los lectores,
que son los que dicen el verdadero sentir de la opinión pública, sin
manipulaciones algunas cuando no hay censuras. De modo que es exactamente en internet
donde existe esa plena libertad de expresión donde aparentemente nadie pone
límites, en los blogs, en los comentarios de noticias, en canales de
comunicación, en las redes sociales, etc....
Muchos sabemos que, por ejemplo, las televisiones públicas
son el monopolio exclusivo de los partidos y gobiernos de turno, y que en las
televisiones privadas no les permiten esa libertad de expresión que necesitan
para poder competir y adquirir cuota de mercado televisivo. Nadie puede
informarse bien si existe censura, porque le resta credibilidad informativa y sólo
se consiente la critica autorizada (la demás se censura). Sólo pueden tener
éxito la prensa que dice la verdad y aportando una información de calidad, que
contrasta las diversas noticias y las comprueba, y la que permite total
libertad de expresión sin ningún tipo de censuras, incluidas la calumnia o el
insulto, porque cada comentario pertenece a quien lo ha expresado, y aporta
alguna idea u opinión que no todo el mundo tiene porque compartir, y no merece
ningún tipo de censura porque dice exactamente lo que quería decir. Claro que
la gente no es tonta, y para leer contenidos u opiniones que más bien son
basura, se reserva leerlos o no seguirlos. Para seguir unas descalificaciones o
insultos que van más allá de lo del ofensivo caca-culo-pedo-pis, nadie está
obligado en absoluto a seguirlos. Pero lo que es inadmisible es que se tenga
que censurar cualquier tipo de opinión, sea buena o mala, pues ningún plato es
del gusto de todos. Y desde luego, no se puede discutir, ni debatir, ni
reflexionar, si se impone una censura, si se amordaza a los ciudadanos y no
podemos saber la verdad de lo que la gente piensa sobre cualquier tema,
convirtiéndolo en un tabú.
Porque sabemos que estamos pasando por una seria crisis de
credibilidad informativa, y que la poca que nos queda están en internet, en
especial en la prensa digital, las redes sociales y en los blogs. Pero ahora el
gobierno pretende incluso amordazar lo que quedaba de libertad de expresión,
persiguiendo a todo el que opina lo que quiera (y que no sea del gusto del
gobierno vinculado a tal grupo de presión, religioso o ideológico). La inmensa
mayoría de la gente que no es tonta sabe que los gobiernos manipulan y afeitan
la información, que unas cosas salen en los noticieros televisivos o de prensa
y otras no; y que, en general, no se intenta decir lo que en realidad reclaman
los ciudadanos: que les digan la verdad y de modo completamente imparcial y sin
censuras, en el sentido de decir sencillamente la verdad, y toda la verdad, sin
ningún tipo de atentado contra la libertad de expresión, porque cada palabra
pertenece a quien la escribe o la dice, y no tiene porque se tomada
necesariamente en serio. Pero si queremos preciarnos de ser un país civilizado,
lo que no podemos hacer es censurar, y mucho menos perseguir o criminalizar a
cualquier ciudadano por expresar la opinión de lo que realmente piensa, porque
cuando se hace ese tipo de cosas, se sabe también que cualquier información
tiene restada mucha credibilidad. En España lamentablemente no se puede opinar
sobre inmigrantes (es "xenófobo" o "racista"), no se puede
opinar sobre la mujer (puede ser "violencia machista o de género"),
no se puede opinar sobre políticos corruptos (es "apología de la violencia
o el terrorismo"), y sí se consienten todo tipo de incitación al odio de
la patria española, con lo cual algo anda mal y así nadie se entera de la
verdad sobre nada, todos se confunden, y toda información pierde todo tipo de
credibilidad, y se convierte en algo propio de países totalitarios: periódicos
que al final sólo sirven para hacer paquetes o encender un fuego. Un país que
practica la censura y la libertad de expresión está completamente amordazada, y
donde se persigue y castiga a cualquier ciudadano, en especial los más jóvenes,
por expresar opiniones u emociones en las redes sociales, es un país donde no
puede haber ninguna credibilidad ni la libertad
en su amplio sentido de la palabra.
Por eso abogo por ningún tipo de censuras y por la total
libertad de expresión, acompañado del sentido común, y a quien no le guste
algo, simplemente que no se meta. Bastantes más problemas e inseguridades
conllevan la censura y los atentados contra la libertad de expresión en sí se
la considera como delito por parte de algunos, los miedos e inseguridades
ciudadanos que ello provoca, y eso no lo podemos consentir.